En los últimos cinco años México logró avances importantes a favor del respeto a los derechos humanos de los más de 160 mil indocumentados que cada año cruzan el país con rumbo a Estados Unidos, pero dejó del lado los esfuerzos para proteger a los mexicanos que huyen de la pobreza de sus comunidades hacia otras entidades o ciudades.

 

Así lo señaló Thomas Lothar Weiss, director en México de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), quien destacó que la situación económica sigue siendo el principal expulsor de mexicanos a otras entidades.

 

En entrevista, consideró preocupante la situación de las zonas indígenas, ya que 73.9% de los 871 municipios con población que pertenece a alguna etnia no tienen la capacidad de brindar alternativas de empleo a su población, principalmente en las zonas nahuas, mixtecas y tlapanecas.

 

“México es uno de los países que centra dinámicas y cifras de migrantes más importantes en el mundo. Es un país de tránsito importante e indispensable para migrantes de otros países y del mismo país que están muy a menudo buscando mejorar su vida”, dijo Weiss en entrevista con Diario 24 HORAS.

 

Sin precisar las cifras, dijo que la cantidad de migrantes mexicanos hacia Estados Unidos ha disminuido, pero en esa misma proporción ha crecido la migración interna, “es algo que estamos analizando desde el año pasado y a finales de este año ya tendremos datos más concretos”.

 

De acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Población, con base en el Censo 2010, 3.3 millones de personas de cinco o más años vivían en junio de 2005 en una entidad diferente a la de su residencia en junio de 2010.

Aunque los flujos se han mantenido constantes, la orientación ha experimentado cambios. En el lapso de referencia, las entidades que recibieron mayor número de inmigrantes fueron Baja California Sur, con una ganancia neta de 11.2% y Quintana Roo, con 8.7%, junto con Colima y Nayarit.

 

En cambio, el Distrito Federal reporta el mayor porcentaje de pérdida de población con un saldo negativo de 5.9%, seguido por Guerrero, Tabasco y Chiapas.

 

Un hecho que preocupa a organismos internacionales y civiles es que la condición de migrantes internos suma cada día más niños indígenas a las labores del campo, lo que representa un riesgo para su salud y una violación a sus garantías.

 

El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan dio a conocer en su informe Migrantes Somos y en el Camino Andamos la muerte de siete niños migrantes internos entre 2007 y 2010.

 

De acuerdo con Thomas Lothar, uno de los derechos a los que menos pueden acceder los migrantes internos es el derecho a una alimentación adecuada, condiciones de vida dignas y a una compensación remunerada por su trabajo, lo que es equiparable a la explotación.

 

“Estamos respaldando fuertemente a México para difundir algunas de las buenas prácticas y ayudar a los migrantes a sacar lo mejor de su movimiento. Muchos de los estados tienen dinámicas migratorias importantes, en muchos hay centros de atención acerca de sus derechos humanos, hay expertos fuertes en estados como Chiapas, pero esto es algo que apenas se está construyendo”, destacó Weiss.

 

PARA ILUSTRAR

 

Migrantes internos

 

9 de cada 10 migrantes en México son internos

 

23.8% recibe pago a destajo

 

65.6% percibe 3,180 pesos al mes,  que los ubica en un rango de pobreza alimentaria

 

FUENTE: Migrantes somos y en el camino andamos.