SEÚL. El presidente de EU, Barack Obama, afirmó que aún hay tiempo para la diplomacia en lo que concierne al programa nuclear de Irán pero subrayó que el margen se agota.
Obama hablaba así en sus declaraciones al término de una reunión con el presidente turco, Recep Tayipp Erdogan, en Seúl previo a la II Cumbre de Seguridad Nuclear que inicia el día de hoy.
«Creo que hay un margen de tiempo para resolver esto diplomáticamente, pero ese margen se está agotando», declaró el presidente estadunidense.
Respecto a Siria. Obama aseguró que ambos (EU y Turquía) buscan maneras de lograr un cambio, donde la ONU calcula que han muerto más de ocho mil personas en la sangrienta represión del régimen contra quienes reclaman la marcha del presidente sirio, Bachar Al- Assad. Por su parte, Erdogan declaró que “no podemos dejar pasar esta situación como espectadores”.
Su postura la reforzará la semana próxima, cuando su país acogerá una reunión del grupo de Amigos de Siria, cuyo fin es coordinar la presión internacional contra el régimen de Al-Assad.
Asentado en Seúl en espera de que inicie la Cumbre, Obama, lanzó una dura advertencia a Corea del Norte para que abandone su amenaza de lanzamiento de un satélite, al asegurar que ese país «no logrará nada» con esa iniciativa.
Posteriormente,durante una rueda de prensa conjunta con el presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, Obama indicó que el lanzamiento representaría «una violación directa de sus propios compromisos (de Corea del Norte)».
El presidente estadunidense consideró que ahora mismo, tras la muerte de Kim Jong-il y el relevo por parte de su hijo Kim Jong-un, «no está claro» quién o quiénes controlan las llaves del poder en Corea del Norte.
Obama aseguró que si Corea del Norte decidiera finalmente llevar a cabo el lanzamiento del satélite sobre un misil de largo alcance, EU encontraría «difícil» entregar la ayuda alimentaria acordada bilateralmente el mes pasado.
El 29 de febrero ambos países alcanzaron un acuerdo por el cual Corea del Norte se comprometía a abandonar sus pruebas nucleares y de misiles de largo alcance a cambio de recibir 240 mil toneladas en ayuda alimenticia.
Washington y Seúl alegan que el lanzamiento representaría una violación no solo de ese acuerdo sino también de los compromisos internacionales de Corea del Norte, que quiere lanzar el misil para conmemorar el centenario del que fuera su líder Kim Il-sung.
«Es difícil suministrar ayuda si uno no piensa que vaya a llegar a la gente que la necesita», sostuvo el presidente estadounidense.
Según Obama, el lanzamiento «profundizaría el aislamiento de Corea del Norte, dañaría aún más sus relaciones con sus vecinos y perjudicaría cualquier posibilidad de negociaciones».
Por su parte, Lee subrayó que el lanzamiento supondría una «provocación» que «aumentaría el aislamiento de Corea del Norte» y pondría de manifiesto entre la población de ese país «la verdadera naturaleza de sus líderes».
Aunque el régimen de Pyongyang no asiste a la cumbre de mañana y su programa nuclear no figura en la agenda oficial, la cuestión norcoreana es una de las grandes prioridades para Obama en la reunión internacional.
Obama tiene previsto reunirse hoy con el presidente saliente ruso, Dmitri Medvédev, y sobre todo con el jefe de Estado chino, Hu Jintao, para tratar sobre Corea del Norte.