Para poder investigar un crimen, uno de los aspectos más importantes es el contar con el testimonio de las víctimas o los testigos. Entre más información se tenga sobre el delito acontecido, la probabilidad de resolver el crimen es mucho mayor. En México, la falta de confianza de la ciudadanía con las autoridades ha hecho que un alto número de los delitos no sean reportados, a esto se debe sumar la baja expectativa de que los crímenes sean resueltos por las autoridades. “¿Para qué denunciar un delito, si en el mejor de los casos sólo pierdo el tiempo y en el peor de los mundos acabo siendo extorsionado por los mismos policías?” Esta es una de las frases recurrentes que se pueden oír de los ciudadanos.

 

Las autoridades también reclaman y están enfadadas con la población, en estados donde se han gastado millones de pesos para el armado de los centros de control, comando, comunicaciones y cómputo (C4), para que el 50% de las llamadas que recibe el 066 y 089 sean bromas o llamadas falsas. Por ello, varias autoridades estatales han preferido aumentar el número de monitoreo por cámaras y hacer a un lado el contacto directo con la gente.

 

La falta de confianza que existe entra la sociedad y la policía, claramente no ha beneficiado a ninguna de las partes y lo más grave es que no existe ningún mecanismo ni iniciativa para tratar de cerrar la brecha que existe. La sociedad se queja de la corrupción de las policías, pero hay que recordar que ellos algún día fueron parte de la sociedad y hasta podríamos decir que son un espejo de la misma.

 

El gobierno federal no ha dado respuestas, su solución es la misma que ha hecho con todos los problemas de política pública; repartir culpas y actuar como si fuera oposición. Su discurso no sólo ha contribuido a incrementar la desconfianza que existe, sino que ha cerrado cualquier capacidad de análisis para poder crear un verdadero frente de la sociedad y la policía contra el crimen organizado.

 

En los EU hay casos de éxito y fracaso entre las relaciones de la policía con la sociedad. En los 80 los abusos de la policía generaban disturbios que podrían llegar a durar varios días. La ola de violencia de pandillas y de ejecuciones por la lucha de control de venta de droga en los 90 terminó con un fuerte incremento y énfasis en la prevención del delito. Cuando la policía hace trabajo de prevención, se ve forzada a compartir información con la sociedad y de esta manera crea un vínculo. El policía deja de ser visto como un ente represor y se convierte en un foco de información que es útil a la sociedad y así es como se inicia la construcción de puentes para crear una relación.

 

Entre más información sea proporcionada por la ciudadanía y exista una mayor transparencia en la conducta de las policías la impunidad será menor. Un ejemplo de ello, es uno de los programas más vistos en los EU, llamado America’s Most Wanted, en donde los casos que el FBI no pudo resolver (sus fracasos), son presentados a la sociedad por televisión con la finalidad de que la sociedad pueda aportar datos adicionales, estar prevenida en caso de ver a un sospechoso o reportar algún otro incidente similar. Al día de hoy, gracias a la participación del público se han resuelto el 27% de los crimines presentados. Por eso es importante que la sociedad denuncia al 066 y que la autoridad atienda esas llamadas.

 

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