Mientras el público no deje de aplaudir no dejaré de cantar, dijo el ídolo de México, Vicente Fernández, durante su primera presentación en el Fórum del Mundo Imperial, en donde reconoció que Acapulco es el puerto más bello del mundo.

 

“Me despido con dignidad antes de que el público me despida”, expresó el máximo intérprete de la música vernácula de México, y después inició con la canción “Qué lindos ojos”, mientras surgían los aplausos y gritos: “Arriba Chente, Chente”.

 

El “Charro de Huentitlán” rompió con las expectativas del público y le rodaron las lágrimas acompañado de su Mariachi Azteca, para quien solicitó a los asistentes se pusieran de pie y le regalaran un aplauso, en segundos reaccionó el auditorio y aplaudió por cerca de un minuto.

 

A María Félix, le dedicó “María bonita” por ser la mujer más hermosa de México; lo mismo hizo con “Cruz de olvido” para quien fuera el titular del programa Siempre en domingo, Raúl Velasco.

 

Con su traje de charro gris claro y pistola chapada en oro, Vicente Fernández fue ovacionado por hombres y mujeres al interpretar con la voz que lo caracteriza como el mexicano puro, junto con una copa de alcohol, “La Ley del monte”, “El rey”, “Nos estorbo la ropa”.

 

Además de “Me cansé de rogarle”, “Acá entre nos” y “Lastima que seas ajena”, entre otras canciones.

 

También hubo espacio para el amor de su vida, Doña Cuquita, a quien hizo un reconocimiento público y le dedicó “El Hombre que más te amo”, mientras en repetidas ocasiones la gente le aplaudía, así como entonaban sus canciones y le gritaban “Chente no te vayas, me voy contigo”.

 

Vicente Fernández agradeció a su amigo Jaime Camil, por verlo cantar e invitarle una copa. Al mismo tiempo pasaban una semblanza con imágenes de su familia y, dijo “hay dos tipos de gentes; los pobres muy ricos y los ricos muy pobres”.

 

Así, el intérprete siguió con “Las Golondrinas”, donde la voz se le quebró, hasta dejarlo sin palabras, por lo que no pudo despedirse de su público. En su lugar, uno de sus músicos habló: “Se despide un gran cantante, una disculpa porque le había ganado la emoción”.