Un paciente con quemaduras severas requiere para su tratamiento unos 15 mil centímetros cuadrados de piel humana, aproximadamente, que sólo se obtiene a través de la donación. Sin embargo, este acto altruista todavía es incipiente en nuestro país, en donde cada año se reportan 114 mil accidentes de este tipo, la mayoría de niños menores de cinco años y adultos mayores de 65.
A tres años de la creación del banco de piel del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) seis pacientes han recibido trasplante de piel. Se trata de un procedimiento que consiste en colocar la piel sobre el área quemada para protegerla de una infección –que es lo más común en estas heridas–, en lo que el mismo cuerpo regenera su propia piel.
El problema es que no hay suficiente información y promoción de este tipo de donación entre la población en general ni tampoco entre la comunidad médica, explicó Francisco Martínez Flores, jefe de la División del Banco de Piel y Tejidos del INR.
“No hay conocimiento del procedimiento, se ignora cómo se va a hacer el proceso y qué se tiene que hacer para donar. Sólo hasta que se les explica a los familiares, es que aceptan la donación”. Al desconocer el procedimiento se piensa que la persona será desollada y se niegan, refirió el especialista.
No obstante, se trata de una cirugía extremadamente esterilizada, en la que al donador –ya fallecido– se le retiran tiras de piel de 0.5 milímetros de grosor (similar al del papel de china) de espalda, muslos y glúteos; después, antes de que el cuerpo sea entregado a sus familiares, el área es cubierta con una tela transparente.
“La piel sólo se ve un poco más blanca y puede que salga un poco de agua, pero no se ve el musculo ni sangra ni nada parecido. Le ponemos esta tela como parte de la dignificación del cadáver y para que sus familiares puedan vestirlo antes de velarlo”, explicó el médico cirujano.
La piel que se obtiene se envía al banco para su tratamiento y guardado en tanques criogénicos. Hasta el momento se han procesado 28 mil centímetros cuadrados de piel y se han utilizado nueve mil centímetros para atender a seis personas con quemaduras.
“Tenemos una alta demanda de piel. Por ejemplo, un paciente adulto con 50% de quemaduras en su cuerpo va a tener cuatro cambios de piel durante su tratamiento, por lo que necesitará hasta 15 mil centímetros cuadrados. En el caso de un niño puede ser menos, pero de igual forma hay que cambiar la piel hasta cuatro veces”, subrayó el director del banco.
De acuerdo con el Centro Nacional para la Prevención de Accidentes, cada año se registran 114 mil accidentes por quemaduras, de los cuales más de 11 mil suceden en el DF. La mayoría ocurren en niños menores de cinco años y en adultos mayores de 65.
Pero no todos estos pacientes son candidatos a este tipo de trasplante. La prioridad para el banco son quienes presentan quemaduras de tercer grado en más de 40% de su cuerpo, que no tengan áreas del cuerpo de donde se pueda obtener la piel, y que no tengan una infección agregada.
¿Cómo?
1. El médico hace una evaluación al paciente con muerte cerebral, para hacer la cirugía lo más pronto posible.
2. Se asea y limpia perfectamente la piel, se rasura, se desinfecta y se procede a retirar el tejido. Todo el material y el personal debe estar perfectamente estéril.
3. Las láminas de piel de 0.5 milímetros de grosor se obtienen de espalda, glúteos y muslos.
4. El cuerpo se sella con una tela transparente y se entrega a la familia.
5. En el banco, la piel se lava, desinfecta y se empaqueta en una solución de criopreservación, que la mantiene viva hasta por dos años a 80 grados bajo cero.
6. Al sacarla se le hacen pruebas de cultivos de infección y de certificación de esterilidad. Si todo es negativo se procede a usarla.
7 Una vez lista, se envía al quirófano en donde el cirujano plástico colocará los implantes sobre el paciente quemado.
¿Cuánto cuesta?
300 dólares cuestan 70 centímetros cuadrados de piel artificial que vende la industria privada
60 dólares cuestan los mismos 70 centímetros que procesa y guarda el banco de piel del INR
FUENTE: Instituto Nacional de Rehabilitación
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