El sol te hace sudar ininterrumpidamente, le das un trago al agua mineral que acaban de traerte de la barra, cada burbuja que estalla la sientes en el rostro. Es el momento en que debes cambiar de posición, rocías un poco de bronceador en tus piernas y brazos y te das la vuelta en el camastro. Es la única cosa que tienes que hacer antes de que te pregunten si tienes hambre o se te ofrece algo más. De pronto, un joven se acerca, te llama por tu nombre y te saca de ese estado de sopor inducido que acababas de alcanzar.

 

Maldita sea, piensas sin ocultar el fastidio en tu rostro ante el fuerte rayo de sol que no te deja abrir a la primera los ojos por completo.

 

Tratas de identificar al sujeto en cuestión, a ese que se atrevió a interrumpir tu jornada de receso del mundo real. Lo que menos esperabas era encontrarte a alguien conocido en este rincón de la playa, en este rincón del mundo que te habían dicho era súper exclusivo.

 

De inicio sabe quién eres, dónde vives y dónde estuviste la semana pasada. Incluso sabe a dónde fuiste a cenar ayer y cómo se llama tu mascota. Te pregunta por tu mejor amiga, que se quedó en la ciudad porque odia salir en Semana Santa. Te sorprende tanta información: “¿Cómo sabe este tipo tanto de mí?”, te preguntas.

 

Sigues sudando pero el sujeto no parece querer irse, te sigue preguntando cosas e incluso ya se instaló en el camastro que acaban de desocupar. Necesitas más bronceador, pero no se va. Necesitas darte la vuelta, para que el bronceado quede perfecto, pero no se va. Quién es este tipo. Cortas de tajo la comunicación, pero no se va. Sigue ahí. De pronto pasa otra mujer y la saluda. La cara de la otra chica también es de sorpresa. De esas situaciones que te ocurren cuando alguien te saluda por tu nombre con familiaridad pero te apena no recordar de dónde conoces a quien te abraza con tanta efusividad.

 

Si estás en Facebook y usas también Foursquare, además de que no dejaste en casa tu teléfono celular, estás en problemas. Eres una víctima más de Girls around me.

 

Si eres mujer y estás buscando pareja como desesperada (tú tendrás tus razones), no te molestaría saber que existe una aplicación para el iPhone que le permite a los hombres saber qué mujeres están a su alrededor, tener su foto al momento y algunos detalles de la dama en cuestión que le permitirán romper el hielo. Se llama Girls around me, y la semana pasada comenzó a escandalizar al otro segmento de señoritas que de plano no están interesadas en que los extraños les hablen en la calle con mucha confianza y tengan datos privados de ellas en sus manos.

 

Esta aplicación utiliza Foursquare, la red que indica en qué lugares se encuentra el dueño del dispositivo y que cafeterías y restaurantes la utilizan para hacerse publicidad a expensas de aquellos que no se aguantan las ganas de informar que son socialmente activos en el mundo real a sus amigos virtuales. Y la información de Facebook, para arrojar el perfil de todas las damas que se encuentren conectadas a la red y estén cerca del hombre que activa la app para saber quién lo rodea.

 

Como por arte de magia te aparece la imagen de las mujeres que usan Foursquare y Facebook con su dispositivo portátil. Si necesitas saber más de ellas, eso también es posible, todo lo que sus perfiles indiquen estará disponible al momento.

 

Es un scanner de mujeres que quieren prohibir en Estados Unidos desde que comenzó a usarse masivamente, pero que es legal. Toda la información en Facebook y Foursquare fue proporcionada por sus clientes ansiosos de notoriedad o que creían que estos programas no vulnerarían su privacidad.

 

Tú, por lo pronto, ya fuiste escaneada.

 

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