El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defendió  en un discurso en una universidad de Florida su propuesta de aumentar los impuestos a los millonarios, que reciben beneficios fiscales “que no necesitan”, y advertirá de la “creciente brecha entre los muy ricos y todos los demás”.

 

Un 1 % de los estadounidenses, los más ricos, están pagando actualmente una de las tasas impositivas más bajas en 50 años, enfatizaró Obama en su discurso en la Florida Atlantic University.

 

“Eso está mal. Eso no es justo. Y es el momento para nosotros de elegir en qué dirección queremos ir como país. ¿Queremos seguir dando beneficios fiscales a los estadounidenses más ricos, que no los necesitan y nunca los pidieron? ¿O queremos seguir invirtiendo en cosas que hagan crecer nuestra economía?”, afirmó Obama.

 

El mandatario instará al Congreso a aprobar la llamada “regla Buffett”, con la que pretende aumentar los impuestos a los millonarios como forma de reducir el déficit.

 

La propuesta consiste en subir los impuestos a las rentas superiores al millón de dólares anual hasta el 30 %, una norma que ha adoptado el nombre del multimillonario inversor Warren Buffett, quien ha afirmado públicamente que es injusto que su secretaria pague una tasa impositiva más alta que él.

 

Las rentas salariales están gravadas en EU con un porcentaje superior al que se aplica a las del capital.

 

“Si usted gana más de un millón de dólares al año, debe pagar al menos el mismo porcentaje de sus ingresos en impuestos que las familias de clase media”, insistirá hoy Obama.

 

La llamada “regla Buffett” será votada la próxima semana en el Senado, controlado por los demócratas, pero no tiene posibilidades de ser aprobada en la Cámara de Representantes, donde son mayoría los republicanos, que se oponen rotundamente a subir los impuestos a las grandes fortunas.

 

Los republicanos, entre ellos el candidato presidencial Mitt Romney y probable rival de Obama en noviembre, proponen un recorte del gasto público y de programas y ayudas gubernamentales como alternativa para reducir el déficit.

 

Precisamente Romney ha recibido críticas porque, a pesar de sus ingresos millonarios, paga alrededor de un 15 por ciento en impuestos, una tasa más baja que la del ciudadano medio.