La Procuraduría General de la República (PGR) pidió a una juez federal no liberar al ex directivo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Néstor Félix Moreno Díaz, acusado de enriquecimiento ilícito, ante el riesgo de que se dé a la fuga.

 

La dependencia federal expuso a la juzgadora Taissia Cruz Parcero, titular del Juzgado Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales, su preocupación de que el acusado escapara por segunda vez, por lo que pidió que no se le permitiera enfrentar el proceso penal en su contra en libertad.

 

Autoridades de la PGR recordaron que el inculpado, quien fue recapturado el domingo pasado en un centro comercial de Hermosillo, Sonora, se había mantenido oculto durante varios meses, ignorando su obligación de acudir a firmar su libertad caucional ante un jugado.

 

Por ello, la dependencia que encabeza Marisela Morales insistió a la juez que le negara este beneficio al ex directivo de CFE, pese a que el enriquecimiento ilícito es un delito tipificado como no grave y por tanto alcanza fianza.

 

Hasta el cierre de esta edición, la titular del juzgado continuaba analizando el expediente para determinar si fijaba o no la caución.

 

Con independencia de este procedimiento, será a más tardar el próximo sábado cuando  Cruz Parcero resuelva la situación jurídica de Moreno Díaz y determine si le dicta el auto de formal prisión por el delito de enriquecimiento ilícito, o si por el contrario lo deja en libertad definitiva.

 

Néstor Félix Moreno Díaz está acusado de haber recibido hasta 33 millones de pesos en distintos sobornos de empresas estadunidenses, a cambio de que les facilitara contratos de distintos servicios con la CFE aprovechando el cargo que ostentaba como director operativo de la referida paraestatal.

 

Entre las dádivas que recibió el ex servidor público desde 1997 y durante buena parte de la década pasada, se encuentran un yate denominado “Dream Seeker”, valuado casi en 1.8 millones de dólares, un auto deportivo modelo Ferrari, con un costo alrededor de los 270 mil dólares, y dos cuentas bancarias con fonos de 170 mil dólares cada una.

 

Tras confirmar que sus ingresos no justificaban esos bienes, la PGR detuvo a Moreno en el Aeropuerto de Toluca el 3 de septiembre del año pasado, pero quedó en libertad al día siguiente, debido a un amparo concedido a su favor por el Juzgado Quinto de Distrito en Materia Penal en Nuevo León.

 

Sin embargo, el ex directivo de CFE no se presentó en dos ocasiones a firmar en el juzgado como obliga la ley, por lo que en noviembre quedó sin efectos el amparo y se reactivó la orden de aprehensión. Incluso, la PGR requirió el apoyo de Interpol ante la posibilidad de que hubiera huido al extranjero.

 

El domingo pasado, elementos de la Policía Federal sorprendieron a Moreno en un estacionamiento de un centro comercial de Hermosillo, Sonora, y lo trasladaron de inmediato a la Ciudad de México, donde quedó a disposición del Juzgado Cuarto de Distrito en el Reclusorio Oriente.

 

La defensa del inculpado, además de insistir en que s ele fije una nueva fianza, requirió a la juez la duplicidad del plazo constitucional para que se a hasta el sábado cuando se defina su situación, y así contar con el tiempo suficiente para presentar pruebas. Moreno se reservó su derecho a rendir declaración.

 

El abogado Héctor Antonio Galván, defensor del ex directivo, insistió en diversos medios que las acusaciones de la PGR carecen de material probatorio suficiente pues se encuentran sustentadas en “notas periodísticas”, e hizo énfasis en el derecho a al fianza que concede la ley por delitos no graves.

 

Recordó que en los Estados Unidos este mismo proceso ya fue desestimando por un tribunal federal, por lo que confió en que su cliente será exonerado de los cargos que se le imputan.