Petróleos Mexicanos (Pemex) interpuso en una corte federal estadunidense una nueva demanda para agregar seis compañías petroleras a una querella que exige una indemnización de hasta 300 millones de dólares por el beneficio obtenido al usar condensado de gas natural robado por el crimen organizado.
La demanda interpuesta este martes en la Corte Federal del Distrito Sureste de Texas por Pemex Exploración y Producción, suma nuevas compañías como Conoco Phillips, Marathon Petroleum, Sunoco Partners, y dos de las afiliadas Shell, además de FR Midstream Transport.
El nuevo recurso fue presentado el mismo día en que el juez federal Simeon Lake, negó a la paraestatal mexicana interponer una enmienda en la demanda original de mayo de 2011 para agregar a las nuevas compañías.
“La adición de nuevos acusados sumaría nuevos y complejos asuntos a una acción que ya es larga y complicada”, escribió Lake en un memorándum de opinión para negar el permiso a las empresas.
La negativa motivo a Pemex a interponer la víspera una nueva demanda en la que incluye a las seis nuevas empresas y que no sustituye a su recurso anterior que continua en curso y en el que había demandado a 11 compañías.
La nueva demanda fue asignada a la juez federal Nancy Atlas, quien este miércoles fijo para el próximo 9 de julio la audiencia inicial en el caso.
Pemex reconoce en su demanda que las gigantes petroleras como Shell y Conoco Phillips, probablemente desconocían que el producto que utilizaban había sido robado por cárteles mexicanos de la droga y revendido en Estados Unidos a través de diferentes empresas.
Sin embargo, Pemex señaló que aún así estas compañías siguen siendo responsables de los daños sufridos por la paraestatal y pide a la corte determinar cuáles podrían ser dichos daños.
El robo combustible por parte del crimen organizado en México fue descubierto hace varios años.
Desde entonces, en México se han presentado cargos criminales contra unos 140 individuos ligados al robo de carburante, incluyendo dos agentes aduanales que autorizaban el paso de los camiones tanque cargados a través de la aduana mexicana hacia Estados Unidos.
También en Estados Unidos cinco ejecutivos de distintas compañías petroleras texanas han sido ya declarados culpables de comprar en forma consciente condensado de petróleo robado para su distribución en este país.
México y Estados Unidos comenzaron a investigar en forma conjunta el robo del combustible en 2007 luego que las autoridades mexicanas notificaron a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) que parte del petróleo que era robado a oleoductos de Pemex estaba siendo conducido a Texas.
La investigación siguió el rastro a partir de quienes recibían el petróleo robado, para dar con algunos intermediarios, que a su vez comercializaban el combustible a varias compañías estadunidenses.
En agosto de 2009, las autoridades estadunidenses entregaron al gobierno de México un cheque por 2.4 millones de dólares que otorgó como multa, Donald Schroeder, ex presidente de la compañía Trammo Petroleum, otra de las empresas participantes en el ilícito.