En el actual escenario mundial, donde los gobiernos optan por implementar medidas de austeridad para reducir el gasto público, sectores vulnerables como la educación y el empleo resultan altamente perjudicados.

 

Las consecuencias del desempleo en jóvenes no sólo tienen su alcance dentro de la desestabilización de la economía, sino también en la esfera social y política. De esta forma, uno de los factores que fungieron como desencadenadores de los disturbios ocurridos en las regiones del norte de África y Medio Oriente, fueron las altas tasas de desempleo juvenil: 25.5% en el Medio Oriente y 23.8% en el Norte de África, ambos para 2010.

 

Los problemas derivados del desempleo juvenil a nivel mundial han afectado más a los países desarrollados debido a la forma en que la crisis económica y financiera mundial se ha desarrollado. A pesar de ello, los jóvenes que viven en condiciones de pobreza, especialmente en los países en desarrollo, no pueden permitirse estar desempleados, lo que los lleva a aceptar trabajos con condiciones indeseables, generalmente en el mercado informal.

 

Debido a que muchos de los jóvenes se ven obligados a trabajar en empleos informales o en condiciones de subempleo, las tasas de desempleo que se tienen no reflejan, en toda su extensión, las verdaderas dificultades que enfrentan en este aspecto.

 

Aunado a esto, las cifras muestran que los efectos del desempleo son todavía mayores en las mujeres jóvenes que en los hombres de la misma edad. Además, cuando las mujeres sí participan en el mercado laboral por lo general enfrentan mayores desafíos en acceder a mejores trabajos, salarios más altos o incluso a encontrar un trabajo.

 

Por otro lado, de encontrarse empleadas es más probable que sea en una ocupación considerada tradicionalmente para la mujer, lo que muchas veces significa que es inestable, mal pagada, y con un esquema de medio tiempo.

 

El panorama actual apremia a la rápida acción, en especial debido al abismal aumento que tuvo el número de personas jóvenes a nivel mundial: de 1950 a 2010, dicha cifra pasó de 461 millones a 1.2 mil millones de personas. A pesar de ello, para 2050 se espera que haya un aumento leve, llegando a 1.25 mil millones, lo que indica que es preciso actuar de manera inmediata y eficaz para no perder su potencial para el crecimiento y desarrollo global.

 

Hechos y cifras

 

Los países en desarrollo alojan 87% de los jóvenes a nivel mundial, los cuales la mayoría de las veces se encuentran desempleados, en condiciones de subempleo o trabajando dentro de la economía informal.

En 2010 la tasa mundial de desempleo juvenil fue de 12.6%, mientras que la de adultos fue de 4.8%.

En los países en desarrollo el desempleo es mayor en la población de jóvenes más educados.

En 2010, 56.3% de los hombres jóvenes participaban en la fuerza laboral, mientras que para las mujeres la cifra era de 40.8%.

Dentro de los países que integran la OCDE, 12.6% de la población joven no trabajó ni estudió durante el último trimestre de 2010.