Los avances científicos y tecnológico se han incorporado a prácticamente todos los ámbitos de la vida diaria y el calzado no es la excepción; cada día son más las empresas interesadas en integrar a sus diseños los conocimientos sobre la antropometría del mexicano.
Y es que de acuerdo con los estudios realizados por el Centro de Innovación Aplicada en Tecnologías Competitivas (Ciatec) de León, Guanajuato, los pies de los mexicanos son más anchos en toda su estructura (desde el talón hasta los dedos) y 70% de la población tiene “pie egipcio”, es decir, cuando el dedo gordo es el más largo de todos.
Otras investigaciones también arrojan datos sobre la importancia de un buen calzado para las personas de la tercera edad y para los enfermos de diabetes, quienes necesitan un zapato más ancho, suave y cómodo.
La industria se ha interesado en hacer pruebas a sus productos, que ofrezcan lo que el cliente nacional requiere, de acuerdo con su edad, salud y actividades. “En el Ciatec compartimos la tecnología que tenemos y evaluamos su calzado. Los industriales vienen a buscarnos para que revisemos las suelas, la flexibilidad del zapato y ellos la modifican si no cumple con nuestros parámetros.
“La industria está interesada en mejorar su producto. De hecho ya hay empresas interesadas en estos nichos, pero es muy incipiente todavía”, aseguró Alejandra Silva Moreno investigadora del centro, que depende del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Añadió que los zapatos que usamos son muy estrechos, demasiado altos, cerrados o de la talla incorrecta, lo que provoca problemas al caminar, callos, los “juanetes”, que son malformaciones en los dedos, micosis o pie de atleta.
Estas lesiones después viajan a otras partes del cuerpo como las rodillas, cadera y columna vertebral. “Después encontramos daños en columna, dolor lumbar, alteración en la mecánica del cuerpo y el eje mecánico del cuerpo cambia”, explicó Juan Ramón Bonfil, ortopedista del Hospital General.
El principal daño en los pies, dijo, son los “juanetes” que aparecen por usar un zapato estrecho, que aprieta el hueso del pie. El daño se acumula con el tiempo, y un “juanete” doloroso se observa en la vejez.
Incluso, se estima que 70% de los ancianos en el país presenta esta deformación, ocasionada por usar zapatos angostos.
“El problema está en que empezamos a usar zapatos importados, sobre todo los italianos, que son muy estrechos, y nuestro pie no es así”, explicó Silva Moreno.
Bonfil recomendó no tener demasiados pares y amoldarlos para evitar lesiones. “La industria me va a matar por decir esto, pero si tenemos menos zapatos y los usamos seguido, se amoldan a nuestros pies y no nos lastiman”. Además, usar el zapato adecuado para cada ocasión: zapatillas si no se va a caminar mucho; tenis para correr o recorrer largas distancias, zapatos flexibles para andar por la ciudad.
De acuerdo con cálculos del Ciatec cada mujer mexicana tiene por lo menos 10 pares distintos, entre zapatillas, zapatos de piso, sandalias y tenis deportivos, aunque no todos se utilizan constantemente.
El zapato ideal
Debe tener plantilla, ser ancho, que al quitarse no deje marcas y debe ser de la medida exacta del pie.
FUENTE: Ortopedia del Hospital General
¿Sabías que?
-Desde el año 10 mil a.C. comenzaron a usarse los primeros zapatos para protegerse del clima
-El tacón apareció a finales del siglo XVII
-Imelda Marcos, quien fue Primera Dama de Filipinas, tiene más de tres mil pares de zapatos
La diferencia está en los dedos
70% de los mexicanos tiene pie “egipcio”, es decir, el dedo gordo es el más largo
20% tiene pie “griego”, donde el dedo medio es más largo que los demás
10% tiene pie “cuadrado”, casi todos los dedos son del mismo tamaño