Gary Peters, el ex guardaespaldas australiano del extinto dictador Muammar Gadafi, y quien presuntamente participó en la primera fase del complot para traer al hijo del líder libio junto con su familia a México, no aparece.
Medios de comunicación canadienses reportaron que desde hace un mes el australiano, quien es dueño de una empresa consultora de seguridad con sede en Cambridge, Ontario, no responde a ninguno de sus números telefónicos, no aparece en su oficina e incluso el personal que le lleva comunicación y relaciones públicas dijo desconocer su paradero.
Autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR) confirmaron a 24 HORAS que Peters es una de varias personas que aún se encuentran bajo investigación ministerial por este caso, en el que ya hay consignados y bajo proceso penal cuatro probables responsables.
Por ello, para la dependencia que encabeza Marisela Morales es importante recabar en el momento ministerial oportuno la declaración de Peters, quien en caso de no estar localizable o confirmarse su estatus de “desaparecido”, podría ser buscado incluso con el apoyo de Interpol a través dela emisión de una ficha amarilla.
Peters es un ex marino retirado de la real Armada de Australia, quien trabajó por varios años cerca del equipo de seguridad de la familia Gadafi, fungiendo en varias ocasiones como guardaespaldas del líder libio o de alguno de sus hijos sobretodo en los viajes que realizaban a países de Europa o América.
En el año 2002 se estableció formalmente en Ontario, Canadá, donde se convirtió en fundador y director de “Can/Aust Security and Investigations International”, una consultora especializada en temas de seguridad e inteligencia privada. Mantuvo contacto con la familia del líder libio por varios años más.
Las investigaciones confirmaron que a principios del año pasado, Peters se puso en contacto con la canadiense Cynthia Ann Vanier, líder de la célula que presuntamente pretendía traer a Gadafi a México y quien actualmente se encuentra presa en una cárcel femenil de Chetumal.
El australiano apoyó a la mujer en la búsqueda y renta de una aeronave, así como del personal necesario para la travesía que los llevaría a Libia en julio del 2011.
Vanier ha reiterado en sus declaraciones públicas y ministeriales, que el único motivo de ese viaje fue realizar una investigación para la constructora “SNC-Lavalin” sobre las condiciones laborales que imperaban tras la revuelta que estaba aconteciendo.
Sin embargo, Peters reconoció en una entrevista con un diario canadiense, que el objetivo primario era extraer a Saadi Gadafi y a su familia de Libia, para trasladarlos y ocultarlos en algún sitio de México. El ex guardaespaldas apuntó que las acciones que se llevarían a cabo eran “legales”, pero el plan fracasó debido a las complicaciones que se presentaron.
“Él ha dicho muchísimas cosas y ha caído en numerosas contradicciones; sin embargo, con sus declaraciones solo contribuye a arruinar mi vida y la de otras tres personas (que también se encuentran presas en México) y la de sus familias”, afirmó Vanier en una entrevista concedida recientemente desde la prisión.
Peters no fue detenido ni procesado porque a mediados del año pasado, y según sus propios comentaros, decidió no seguir con los planes tras percatarse que se recurriría a acciones ilegales como la falsificación de documentos; Vanier sostuvo que ella fue quien decidió romper el contacto con el ex guardaespaldas debido a su “deficiente desempeño” durante el primer viaje.
En noviembre del 2011 la PGR detuvo a la canadiense y a tres personas más en el exterior de un Hotel en Paseo de la Reforma cuando presuntamente afinaban los últimos detalles del segundo intento para sacar a Gadafi de territorio libio.
Luego de concretar la consignación y formal prisión de los detenidos por los delitos de trata de personas, delincuencia organizada y falsificación de documentos, la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) continúa con la indagatoria de otros involucrados, entre ellos Peters.
Los reportes provenientes de Canadá indican que el australiano no ha podido ser ubicado desde mediados del mes de marzo.
Dado que sus líneas de telefónicas tanto del trabajo como móviles fueron desconectadas, al parecer intencionalmente, se presume que Peters podría haberse escondido de forma voluntaria en algún sitio de Ontario o incluso haber salido del país.
En la PGR indicaron que a través de sus homólogos canadienses se solicitará mayor información respecto a Gary Peters para corroborar entre otras cosas, sin en efecto no está localizable y cuando fue la última vez que se tuvo contacto con el.