Este martes, el grupo México con Paz, del que formo parte, propondrá una visión sobre cómo atender el conflicto social que nos aqueja. El ejercicio es un llamado a los candidatos presidenciales a incluir la “construcción de paz” de manera seria en su agenda y un llamado a los ciudadanos a exigirlo. No se propone romper con EUA, ni cambiar de tajo la estrategia de guerra. No pide sacar el ejercito de las calles ni pactar con criminales (suponiendo que eso fuera viable). Es claro que ni el cambio de presidente, ni de partido en el poder evitará que la violencia permanezca todavía varios años. Lo que sí puede hacer el nuevo presidente es reorientar el resto de la política pública para empezar a construir la paz.
México con Paz es un pequeño grupo multidisciplinario que propone una serie de políticas públicas y de comunicación entorno al conflicto. La experiencia internacional muestra que luchas como la que se vive en México, aunada a la debilidad institucional del país, impiden que desaparezca la violencia en el corto plazo. El conflicto es real, pero puede atenderse con una perspectiva diferente.
El grupo propone el desarrollo de una política integral de “construcción de paz”, es decir una política de contención social de la mano de la construcción de un entorno institucional diferente. Se sugieren cambios de forma y de fondo al trato que se da al conflicto y a su entorno. Las propuestas no tienen el nivel de detalle que se quisiera, pero en esta primera etapa, marcan las pautas necesarias para desarrollar una nueva narrativa. Se busca que los candidatos sustituyan las propuestas vagas y desarrollen, como eje de su visión de gobierno, un proyecto de gobierno sólido para “construir la paz”.
La paz debe ser entendida con una perspectiva amplia, que incluye la ausencia de violencia pero no se acota a eso. La paz se promueve, se construye, porque la violencia incluye tanto la agresión física del prójimo como los elementos institucionales que llevan a la deshumanización de las sociedades. Estos elementos se conciben como violencia en sí mismos más que como su “causa”.
La visión amplia de la “construcción de paz” incluye: la promoción del desarrollo sostenido y sustentable; la promoción de los derechos sociales (empleo, educación, salud, procuración de justicia, respeto a los derechos humanos…) pero también los derechos políticos (el voto, la rendición de cuentas, la transparencia, el respeto al estado de derecho…); la distinción entre ilegalidad y violencia y la generación de incentivos y nuevos mecanismos de diálogo para que ésta visión permée en el trabajo de los gobiernos locales. El último punto es clave, el gobierno federal ya no define la política local como antaño.
La “construcción de paz” requiere un nuevo diseño institucional. Empieza con sustituir el discurso de “lucha por la seguridad” por el de “construcción de paz”. Acompaña el cambio discursivo con la inclusión de una agenda pública integral e incluyente. Por ejemplo, llama a atender los efectos psicosociales producidos por la violencia asociada al crimen organizado. Este trabajo es fundamental para generar una base social sólida y receptiva para las nuevas políticas.
En México se habla hasta de 60,000 muertos. Es el tema prioritario, pero los pronunciamientos de los candidatos son tibios. Urge cambiar el enfoque. México con Paz propone una opción para sustituir la guerra por la “construcción de paz”. Plantea una ruta de trabajo que abra alternativas al pesimismo colectivo actual.
@cullenaa | Fb: La caja de espejos
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