La violencia en Ciudad Juárez no ha disminuido como resultado de los operativos conjuntos, ni por el aumento de recursos para el combate al crimen, sino porque el cártel de Sinaloa se impuso al de La Línea (cártel de Juárez), aseveró Sandra Rodríguez Nieto, autora del libro La Fábrica del Crimen.
En entrevista con 24 HORAS, la periodista de El Diario explicó que el Operativo Conjunto Chihuahua, establecido por las autoridades federales y estatales, se fue directo en contra de los integrantes de La Línea y su grupo de sicarios, Los Aztecas. “Es algo que han dicho de manera oficial y que ha reconocido la propia DEA, bajo el argumento de que eran los más violentos”.
Rodríguez Nieto afirma que ella, como reportera cubrió tanto el operativo Chihuahua como el Cereso de esa ciudad fronteriza explica que en 2005 Los Aztecas eran el terror en el penal y en las calles. “Eran invencibles y ostentosos”, pero en 2007, con la llegada del ejército, “les pusieron un mega exterminio”.
“Cuando llegó el ejército e iniciaron las detenciones, vi que la lógica era detener sólo a ese grupo del cártel de Juárez”. Un ejemplo de lo anterior fue la presentación de 30 criminales de este grupo en la guarnición militar y otras que sucedieron a esa. “Los mataban, los levantaban, los detenían”, señala.
En su opinión, el Nuevo Sistema de Justicia Penal, basado en la oralidad y en la presentación de pruebas, se vino abajo en esta ciudad con la llegada del ejército.
Establece que antes de su implementación, se detuvo a 40 jóvenes, los cuales sirvieron a la ex procuradora de la entidad, Patricia González, para presumir mil casos de homicidios resueltos. Ahora, todos estos casos se están cayendo en los juzgados.
“Todo el sistema se fue a la basura, los presentaban torturados, golpeados y la única prueba era su confesión.
Por su parte, Gustavo de la Rosa, supervisor de derechos Humanos de la Mesa de Seguridad de la estrategia “Todos Somos Juárez” opinó que el descenso de delitos en ciudad Juárez se ha traducido en una mejor percepción ciudadana de la seguridad y por ende en las actividades cotidianas.
Aclaró que si bien el fenómeno de la delincuencia organizada no está extinto, si se ha vuelto mucho mas selectivo en cuanto a su posicionamiento en ciertos sectores de la ciudad, mientras que en otras áreas la situación vuelve paulatinamente a la normalidad.
“Ha cambiado mucho la percepción de la ciudadanía, la gente está saliendo a la calle, está yendo a los restaurantes, va de compras, se siente segura. Es aproximadamente un 60 por ciento de la ciudad donde estamos con una tasa de delitos baja”, expresó.