WASHINGTON.— El presidente Barack Obama asegurará el martes la candidatura demócrata a la presidencia, lo que dará fin a unas elecciones primarias que muchos probablemente no sabían que estaban en curso.

 

Es prácticamente un hecho que Obama sumará los 2 mil 778 delegados que necesita para afianzar el aval de su partido por segunda vez cuando se hagan votaciones primarias en cinco estados el martes. Hasta el momento, el mandatario ha ganado casi todos los delegados, con unas cuantas excepciones en algunos estados del sur que en cualquier caso no votarán por los demócratas en las elecciones generales.

 

Pero no es de esperarse un gran festejo luego de las votaciones, o un festejo de cualquier índole. Los directores de campaña dicen que están enfocados en la elección general, como lo han estado por meses, y en el casi seguro candidato presidencial republicano Mitt Romney.

 

Todo ello contrasta con hace cuatro años.

 

A estas alturas del 2008, Obama aún lidiaba una batalla épica contra Hillary Rodham Clinton. La lucha por la nominación no terminó sino hasta junio, en el último día del calendario de primarias, cuando Obama ganó por una nariz su derecho a disputar la Casa Blanca.

 

Este año, la marcha de Obama hacia la nominación ha generado poco interés porque no tiene adversario en las primarias, al menos nadie que haya logrado meterse en las boletas electorales en más de un puñado de estados.

 

Jeff Berman, experto en delegados que escribió un libro sobre la campaña de 2008, dijo que Obama quizá no logre generar la misma magia que tuvo en 2008, pero que aún tiene muchas ventajas.

 

“No puede tener lo que tuvo la primera vez”, dijo Berman en una entrevista. “Pero tampoco es que haya perdido todo. Saben dónde está su gente, sólo tienen que hallar la manera de motivarla”.