“Estoy esperando que me localicen y me denuncien”, dice José Manuel Aguirre Juárez al llegar a su oficina en la colonia Del Valle, en la Ciudad de México.
Conduce un Volkswagen sedán blanco, antiguo y nada conservado.
Es el abogado que fue señalado por Sergio Cicero Zapata, ex directivo de Wal-Mart de México, como uno de sus principales gestores para sobornar autoridades mexicanas y acelerar la apertura de tiendas en este país.
Sergio Cicero Zapata no quiere hablar con nadie, pide a 24 HORAS por medio de gente cercana no ser molestado en este momento. Sigue viviendo en el Distrito Federal.
Pablo Alegría Con Alonso, otro de los gestores de Cicero Zapata, se encuentra residiendo en Puebla, de acuerdo con las personas que contestan el teléfono de su hogar. Su celular funciona, pero no contesta.
José Manuel Aguirre Juárez y Pablo Alegría Con Alonso fueron señalados por Sergio Cicero Zapata, ex-abogado de bienes raíces de Wal-Mart de México, por presuntamente haber repartido sobornos a funcionarios, alcaldes y demás miembros de gobiernos sobre todo a nivel estatal en la República Mexicana, con el fin de conseguir permisos para construcción de tiendas y almacenes en lugares estratégicos para la firma, entre 2003 y 2006. Son amigos desde que estudiaron en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
De los pagos realizados a los burócratas que representaban un obstáculo para la cadena de tiendas en ese entonces, el 6% de cada soborno era destinado a un equipo de gestores. Ellos, de acuerdo con la investigación de The New York Times recibieron 8.5 millones de dólares por este tipo de servicios.
José Manuel Aguirre Juárez continúa su trabajo como abogado independiente, otorgando asesoría legal en materias como amparo, derecho civil, corporativo, familiar, laboral, mercantil, penal y de marcas.
Vende sus servicios en internet como “asesoría jurídica de alto nivel”.
“Nuestro servicios están basados en la confianza y el profesionalismo de un grupo de abogados expertos en cada una de nuestras especialidades”, dice el texto que acompaña la publicidad que circula en la red.
El despacho está entre Xola y Patricio Sanz. El inmueble no cuenta con elevador y el estacionamiento es muy pequeño, apenas caben unos seis autos. Reja, sobre reja y sobre reja cubren las puertas y ventanas del inmueble de cinco pisos.
En el cuarto piso una oficina con muebles viejos, como de los 70, apenas llenan el lugar. Lucen desgastados. La recepción une los despachos de los socios.
Los empleados de “Abogados Asociados” guardan silencio, como si estuvieran en un funeral. Ataviado con un traje gris, un hombre de baja estatura, moreno y muy tranquilo responde: “No tengo ningún comentario al respecto”.
José Manuel Aguirre Juárez insiste: “No tengo ningún comentario al respecto”.
No es grosero, sigue con tono amable esperando que la reportera se retire.
El Departamento de Justicia de EU abrió una investigación penal en contra de Wal-Mart por la presunta práctica de soborno sistemático, señaló el lunes The Washington Post.
Además, el domingo, después de conocer la noticia del NYT, Transparencia Mexicana solicitó al Gobierno Federal pronunciarse y actuar contra el soborno cometido presuntamente por la empresa.
José Manuel Aguirre asiente y dice conocer toda la historia, la sigue de cerca. Pero no se altera, luce igual que como cuando bajo de su auto y buscó la sombra en la acera.
Asiente una y otra vez:
“No voy a hablar al respecto, sé que van a venir por mí, yo me espero a eso”, dice a 24 HORAS.
Mete una mano a la bolsa del pantalón y con la otra trata de cerrar su saco, pero descubre que no tiene botón.
“Estoy esperando que me localicen y me denuncien”, dice resignado. “Hasta que vengan por mí hablaré de ese tema, en ese momento te busco”.