Existen actualmente cerca de 40 juzgadores con denuncias abiertas ante la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal -entre ellos tres magistrados-, informó ayer el presidente del Tribunal Superior de Justicia capitalino, Édgar Elías Azar.
El funcionario agregó que estos casos se han derivado principalmente de que en la conclusión de un juicio, las partes no quedan satisfechas con el fallo y por lo tanto recurren a la procuraduría para inconformarse.
Señaló que cuando él llegó a la presidencia del Poder Judicial del Distrito Federal, había centenares de denuncias en contra de juzgadores, y ahora sólo se da el número que dio ayer a conocer.
Dijo que del total de acusaciones que se hacen en contra delos jueces por diversos señalamientos, el 99% no se comprueban los señalamientos que les hacen a los juzgadores.
Consideró que esa cultura de la denuncia es la que asume la gente ante las derrotas judiciales; “yo espero que vaya a menos y que realmente se denuncie cuando haya una verdadera causa para denunciar”.
Para Elías Azar, las acusaciones en contra de los jueces no pueden justificarse “con la frase absurda de qué tanto daño nos ha hecho, de que el juez se vendió y que el magistrado se vendió y cosas por el estilo”.
Al particularizar sobre el caso de Juan Tapia Mejia, juez 38 de lo familiar acusado de acoso sexual, Elías Azar dijo que el martes pasado sostuvo una reunión con el procurador de Justicia del Distrito Federal, Jesús Rodríguez Almeida, y escucharon la grabación que emplearon como prueba en su contra, la cual contundentemente “no demuestra algún tipo de responsabilidad”.
Empero, admitió se le aplicará una sanción administrativa a ese juez, porque incurrió en una falta de ese tipo, aunque no aclaró cuál fue la conducta específica por la cual el Consejo de la Judicatura local investiga.
Indicó que la mujer que acusó al juez de acoso no logra probar del todo su acusación en la grabación que se presentó como prueba.