PEKÍN. El ex vicepresidente de la Asociación China de Fútbol (ACF) Xie Yalong, principal acusado en el macro juicio contra la red de corrupción que dominó el balompié nacional durante años, alegó ante los tribunales que sufrió torturas en su detención para que confesara pertenecer a la trama.

 

En la primera jornada del juicio, que ha despertado máxima expectación en el país asiático, el abogado de Xie, Jin Xiaoguang, contó a los periodistas que el ex directivo recibió varias formas de tortura tales como electrochoques, bofetadas y privación del sueño, en el año y medio que ha estado bajo custodia policial.

 

En consecuencia, Xie y su abogado piden una revisión de los cargos contra el vicepresidente, ya que éste “sólo confesó para poder seguir vivo hasta el día en que se sintiera seguro y pudiera decir la verdad frente a unas cámaras”, en palabras del letrado que reproduce el diario South China Morning Post.

 

Xie es uno de las decenas de directivos, árbitros, jugadores y otras personalidades del mundo futbolístico chino que están siendo juzgadas desde principios de año en la campaña de “limpieza” de las autoridades chinas contra la corrupción en el fútbol asiático, que ha mermado la calidad y credibilidad del deporte desde su profesionalización en China hace más de una década.

 

En febrero, otro ex vicepresidente de la ACF, Yang Yimin, y el antiguo director del Comité de Árbitros de la liga asiática, Zhang Jianqiang, fueron condenados a 10 años y medio y 12 años de prisión, respectivamente, por la compraventa de partidos, mientras otros 19 responsables del fútbol chino recibieron distintas sentencias.

 

También esta semana comenzó el juicio contra otro ex vicepresidente de la federación, Nan Yong, sucesor de Xie y considerado otro de los grandes responsables de la corrupción deportiva nacional, aunque durante años tuvo bastante prestigio al ser considerado el hombre cuya gestión consiguió que China participara por primera vez en unos Mundiales (los de 2002).

 

Los escándalos llegaron a salpicar tanto al fútbol en China -el deporte con más aficionados en el país- que durante un año la televisión estatal del país decidió no emitir encuentros ligueros, ante el desinterés de los telespectadores y la falta de patrocinadores.

 

La selección del país, comandada actualmente por el técnico español José Antonio Camacho, apenas ha contado en las fases de clasificación de los Mundiales desde 2002, algo que según los entendidos es un efecto secundario de la corrupción reinante.