Detrás de la oposición a la evaluación de los maestros no se descarta que el SNTE esté protegiendo todas las irregularidades que hay con la asignación de plazas y el manejo de cuotas, dijo Manuel Gil Antón, profesor del Colegio de México, quien planteó que las alianzas y distanciamientos entre la SEP y el sindicato a lo largo del sexenio se deben ver desde un ángulo político y no educativo.
La organización Mexicanos Primero, que dirige David Calderón Martín del Campo, exigió en 2011 a la autoridad federal hacer un Padrón Nacional de Maestros, y es que a través de la iniciativa “¿Dónde está mi maestro?” detectó 21 mil 178 maestros comisionados a tareas diferentes a la de impartir clase, lo que representa un gasto trimestral de 708 millones de pesos.
Según el diagnóstico, de esos más de 21 mil maestros, casi 10 mil tienen tareas encomendadas en el sindicato, lo que significa un gasto de 321 millones de pesos, por lo cual la organización propuso que el SNTE, que obtiene más de 545 millones de pesos por concepto de cuotas, pagara esos salarios.
En este sentido, el especialista del Colegio de México dijo que lo educativo “es lo que menos le interesa a la profesora –Elba Esther Gordillo-“.
En entrevista con 24 HORAS, cuestiónó incluso si durante el sexenio hubo comunicación entre la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), o fue una relación directa entre el presidente Felipe Calderón y Elba Esther Gordillo, quien influye en el Consejo Nacional del sindicato.
El especialista en temas educativos consideró que son tres los periodos importantes en la relación entre el gobierno federal y los maestros. El primero, dijo, fue cuando Calderón aceptó que su alianza con Elba Esther se debió a que era un pendiente que el Partido Acción Nacional (PAN) tenía desde la administración de Vicente Fox.
Después, cuando el Partido Nueva Alianza (Panal) y el Revolucionario Institucional (PRI) fueron juntos en comicios locales, el PAN rompió lazos con la lideresa sindical. Y, finalmente, cuando el Panal y PRI se separaron, Elba Esther Gordillo, al tener pláticas con el gobierno federal aceptó hacer la Evaluación Universal a los maestros del país.
Pero esta “relación tensa”, expresó el académico, derivará en algunos posibles escenarios: en el primero Gordillo tal vez piense aplazar la Evaluación Universal para finales del año, cuando pasen las elecciones, para darle el “triunfo” de la aplicación del diagnóstico al candidato que quede como presidente.
El segundo, que la Presidencia de la República no abdique su condición de autoridad educativa y sostenga la realización de la evaluación, lo que generará un conflicto que favorezca al PAN, ya que si el presidente Calderón no puede ser el primero en aplicar la evaluación, sí puede ser el que rompa la relación con el SNTE, lo que le daría méritos a su gestión y puntos a la candidata de su partido, Josefina Vázquez Mota.
Y el tercer escenario posible es que ambas partes lleguen a un acuerdo y que la presión de no aceptar la evaluación sea para mejorar la oferta salarial, la cual ya establecieron en un aumento de 4.2%.