El Cártel del Pacífico, liderado por Joaquín El Chapo Guzmán, inició junto con sus aliados una nueva ofensiva en contra de cuatro ciudades consideradas pilares del poder territorial de Los Zetas, situación que además, abre la posibilidad de que se generen focos de violencia en cualquier parte del país.
La firma estadunidense de inteligencia Stratfor, en su reporte correspondiente al primer trimestre del 2012, agrega que las líneas tradicionales de la llamada narcolucha se han desvanecido progresivamente tras las nuevas alianzas que forjaron principales grupos del crimen organizado.
“La violencia de Los Zetas y la Federación de Sinaloa (Cártel del Pacífico) pueden ocurrir prácticamente en cualquier lugar, incluyendo sus tradicionales bastiones o santuarios donde en algún momento estuvieron seguros. Con el paso de los años, las líneas de batalla del narcotráfico en México se han desdibujado, pero ahora son tal vez más borrosas que nunca”, sentencia el informe.
Es en este contexto, el reporte de inteligencia dice que del análisis de los primeros tres meses del año, se puede presumir que El Chapo ha comenzado a empujar una ofensiva en ciudades bastión de la organización que lidera Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca: Veracruz, Monterrey, Nuevo Laredo y Ciudad Victoria
El Cártel del Pacífico (a quien Stratfor identifica como la Federación de Sinaloa) se ha valido de alianzas con otros grupos bien organizados, aunque de menor envergadura, como el Cártel del Golfo, Los Caballeros Templarios y sobre todo el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) para trasladar la ofensiva a varios frentes.
Por su parte, los Zetas, dirigidos por El Lazca, han recurrido primordialmente al reclutamiento de grupos delictivos locales para resistir la ofensiva de los antagonistas, mantener sus rutas, e intentar desestabilizar otros territorios.
Primordialmente, las fuerzas de El Chapo Guzmán y sus aliados mantienen su hegemonía en la zona oeste del país, controlando los puertos del Pacífico y las rutas de trasiego de drogas a través de las fronteras de Tijuana, Nogales y Ciudad Juárez.
Ahora, según la información recabada por los analistas estadunidenses, el Cártel del Pacífico pretende aprovechar que sus rivales Los Zetas son asediados de forma permanente por las fuerzas federales del gobierno de México, para desquebrajar su principal ruta de trasiego de estupefacientes, así como sus centros operativos.
En el Puerto de Veracruz, El Chapo a través de los llamados “escuadrones de la muerte” formados por sicarios del CJNG, ha logrado posicionarse territorialmente y hacer frente a los miembros de Los Zetas, lo que ha derivado ya en múltiples ejecuciones.
En Nuevo Laredo y en Ciudad Victoria, dos metrópolis clave para la gente de El Lazca, Guzmán Loera afianzó sus nexos con la facción de Los Metros, perteneciente al Cártel del Golfo, para menguar progresivamente la hegemonía de sus contrincantes.
Otro cuarto frente es el de Monterrey, donde el análisis sugiere que la escalada de violencia registrada desde el año pasado en la metrópoli, se debe a las dificultades que están experimentando Los Zetas para contener a sus rivales del Cártel del Pacífico, quienes sistemáticamente han fortalecido su presencia.