PARÍS. El presidente de Francia y candidato a la reelección, Nicolas Sarkozy, aseguró que su “delito” es “ser el más criticado por Marine Le Pen”, en respuesta a quienes le acusan de orientar su campaña hacia la extrema derecha.

 

“¿Qué debo hacer, continuar haciendo campaña en la segunda vuelta como si seis millones y medio de franceses no hubieran dicho nada?”, se preguntó Sarkozy en un mitin en Raincy, en la periferia norte de París, en referencia al número de votos obtenidos por la candidata del Frente Nacional, Merine Le Pen.

 

“Nadie puede considerar que pronunciar la palabra inmigración es un delito”, dijo Sarkozy, quien aseguró que “Francia es un país abierto y de acogida, y lo seguirá siendo”.

 

Sarkozy defendió su propuesta de reducir a la mitad el número de inmigrantes legales llegados a Francia porque el modelo actual no logra el objetivo de la integración.

 

“¿Por qué no funciona? Porque no tenemos suficientes trabajos, escuelas y viviendas para acoger dignamente a los que vienen”, indicó.

 

En ese sentido, reiteró su iniciativa de obligar a aquellos que quieran obtener permiso para vivir y residir en Francia a someterse a un examen de francés y otro sobre los valores de la República.

 

Sarkozy aseguró que detesta el racismo y se refirió a aquellos que le acusan de “fascista” por insistir sobre el tema de la inmigración.

 

“Ser tratado de fascista por un comunista es un honor”, afirmó en alusión a la portada del diario comunista “L’Humanité”, que le comparó con el mariscal Philippe Pétain, jefe del gobierno colaboracionista galo con los nazis.

 

Sobre el exitoso resultado para el Frente Nacional, en la primera vuelta (casi el 20% de los votos), Marie Le Pen condicionó el voto de su militancia a favor de Nicolas Sarkozy en las presidenciales al apoyo que pueda recibir de éste en las legislativas de junio.

 

Le Pen indicó que antes de pronunciarse, espera del presidente y aspirante a la reelección, Nicolas Sarkozy, y del secretario general de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), Jean François Copé, una respuesta clara al respecto.

 

“Espero a que Sarkozy y Copé respondan si en caso de duelo entre el FN y el Partido Socialista en las legislativas preferirían que fuera elegido un diputado socialista o uno del Frente Nacional”, apuntó la ultraderechista.

 

“Mi voto fue uno de esperanza y de adhesión a los principios expresados desde hace años”, aseguró Le Pen, que criticó además que históricamente se haya tratado a sus militantes de xenófobos y de estar fuera de la República y por cuestiones electorales se busque ahora el apoyo de ese mismo colectivo. EFE