Cuando la crónica entera de un acto de campaña de Enrique Peña Nieto en Tabasco se centra en que si saluda a Roberto Madrazo o no, algo anda mal con el nivel de comunicación. Los periodistas buscamos la nota, lo que más le llame la atención, según nosotros, a nuestros lectores. Y la famosa foto de Madrazo con el candidato fue el tema obligado.
Todos los aspirantes a puestos de elección popular tienen equipos de comunicación, cuya principal labor es fijar la atención de los reporteros en las propuestas de los candidatos. Esto no se consigue diciendo prácticamente lo mismo en cada discurso de campaña. Es lógico que los responsables de la información del candidato estén más concentrados en sus spots en medios electrónicos porque son los de mayor impacto.
Después de todo, y después de la risible ley electoral diseñada para perpetuar la partidocracia, la producción de anuncios para radio y TV es masiva. El bombardeo diario acabará sumando millones de spots, que necesariamente son genéricos. Es entendible.
Pero alguien debe haber en los equipos de campaña que se encargue de cuidar los mensajes. ¡A quién rayos le importa si el candidato saluda o no saluda a un cartucho quemado como Madrazo! A todas luces son más importantes los problemas de Tabasco y de los tabasqueños. Finalmente, el itinerario de un candidato se conoce con mucha anticipación.
Enrique Peña Nieto podría haber hablado de algún proyecto para ayudar a la población que año con año se ve terriblemente afectada por las continuas inundaciones y, ya como estrategia, hacerlo con Jesús Alí el candidato del PRI a la gubernatura, que enfrenta una durísima competencia del ex priista Arturo Núñez, que va por el PRD, y que es un personaje altamente respetado en el estado.
En la tradicional comida, los fotógrafos esperaban en la mesa de Madrazo y del ex gobernador Manuel Andrade, la visita del candidato, que iba recorriendo mesas. Pero, para sorpresa de nadie, en esa mesa no se detuvo. Tuvo que llegar el veterano colosista Rafael Oceguera para llevar a Madrazo, casi a empellones, a la mesa principal, para finalmente lograr la foto de Peña Nieto saludando a Madrazo, y hasta La Gaviota, que estaba junto a su marido, hizo una aparición.
Se ve a leguas que la actriz en la familia es ella, que es la única que muestra un rostro amable en la placa que logró Javier García para Milenio. Ellos podrían aparecer así para la próxima función de Don King en Las Vegas.
No parece ser muy distinta la campaña de Peña Nieto de aquellas que hacían los candidatos del PRI cuando no había rivales. Y muchos de los colaboradores del priista, pecando de arrogantes, piensan que esta vez tampoco hay adversarios. Cuidado. Faltan los debates, y del plato a boca, se cae la sopa.
Y así:
PD: Felicitaciones calurosas al gran muralista mexicano Guillermo Ceniceros, en la inauguración de su más reciente obra en la Cámara de Diputados, que continúa una tradición artística mexicana que no se puede perder.
@jorgeberry