BOGOTÁ. El Gobierno de Colombia dio todavía por desaparecido al periodista francés Roméo Langlois, frente a la confirmación por parte del Ejecutivo galo de que este informador ha sido secuestrado por las FARC durante combates que dejaron cuatro muertos y seis heridos.

 

Así lo informó ayer el ministro de Defensa colombiano, Juan Carlos Pinzón, en una rueda de prensa en la que lamentó lo sucedido con el corresponsal en Colombia de la cadena francesa France 24 y del diario Le Figaro, y exhortó a la guerrilla: “si lo tiene, debe respetar su vida”.

 

Esta versión contrasta con la del ministro galo de Exteriores, Alain Juppé, quien aseguró que Langlois “fue secuestrado durante un enfrentamiento entre las fuerzas colombianas y las FARC”y “ha sido hecho prisionero”.

 

Pinzón relató que unidades de la Brigada contra el Narcotráfico, acompañadas de la Policía Judicial y de “un periodista francés, un corresponsal de guerra que lleva doce años trabajando en el país” ingresaron antier a primera hora en la zona rural conocida como La Unión Peneya, en el selvático departamento del Caquetá.

 

Tras destruir un laboratorio de droga, en el que se estima que además incautaron 400 kilogramos de pasta base de coca, las unidades trataron de ingresar en otra área en la que se aprestaban para repetir la operación, pero allí se encontraron con guerrilleros que “defendiendo fieramente esas estructuras atacaron al batallón”.

 

Pinzón dijo que según los militares se trató de combates muy intensos durante varias horas en los que hubo momentos de enfrentamiento “a corta distancia” y “siempre visualizaron al enemigo vestido de civil, disparando desde las casas o utilizando civiles desarmados como escudo humano”.

 

“A esta altura sólo hay una persona desaparecida: el reportero de guerra Roméo Langlois”, indicó, quien “estuvo buena parte de tiempo con las tropas, incluso en medio de combate”.