Gabriel Quadri y Luis Castro, presidente del Partido Nueva Alianza, se divierten mucho juntos. Seguramente comparten un buen de bromas entre ellos porque raro es el acto en el que no los veamos reír de buena gana. Ah, pero cuando se trata de la prensa o de la hora de responder preguntas —y más si se trata de tuiteros—, el candidato presidencial de Nueva Alianza se transforma: regaña, descalifica, reta, se le eriza el mostacho, pone mala cara, habla golpeado, hace rabietas.

 

Nada mejor para irritar a Quadri que preguntarle, por enésima ocasión ciertamente, sobre Elba Esther Gordillo, del SNTE, o si no le avergüenza ser el candidato presidencial de Nueva Alianza sólo para que el partido de la “maestra” conserve su registro. Entonces sí que se trepa de la lámpara.

 

Al tú por tú se puso Quadri con un estudiante del Tecnológico de Monterrey campus Puebla, ante una de tantas preguntas sobre lo “nefasta” de Elba Esther, y él le respondió que la dirigente del SNTE “ha sido electa y reelecta democráticamente”. Ante ello, el joven sonrió y entonces el candidato volvió sobre él: “Y te puedes reír y puedes esbozar una sonrisa sardónica, pero es un hecho real”. Los demás estudiantes se sumaron entonces a la sonrisa de su compañero.

 

Ante esa situación Quadri preguntó entonces: ¿Tú crees que ella es capaz de manipular a un millón 140 mil afiliados a su sindicato? La comunidad estudiantil respondió en pleno: ¡Siiiiiii…! El ambientalista se envaró, aguantó las ganas de decirles en verdad lo que pensaba y simplemente agregó: “Si creen eso, están en absoluta libertad”, dando por concluido el tema.

 

Durante su participación en el foro que organizó CNN, el ingeniero civil egresado de la Ibero la agarró con los tuiteros. Ante la primera pregunta que le lanzaron (si no le daba vergüenza ser candidato de Nueva Alianza), repuso: “creo que hay que ser un poco más originales con las preguntas, eso me lo preguntan desde hace semanas en la tuitósfera”.

 

En la segunda le preguntaron si declinará como Roberto Campa en 2006. Pues va de nuevo, algo más molesto: “perdón, creo que hay que ser un poco más originales con las preguntas. Eso me lo preguntan en muchas entrevistas desde hace semanas en la tuitósfera... Y no, no voy a renunciar. Yo no soy Campa, soy Gabriel Quadri”.

 

Con la tercera reventó. Le interrogaron si aceptaría ser secretario del Medio Ambiente del candidato ganador: “¡Otra vez…!, me sorprende mucho que los tuiteros desaprovechen la oportunidad de dialogar con un candidato a la Presidencia, sea el que sea, y desperdicien la oportunidad de plantear problemas. Estamos, digamos, en este circuito recurrente de preguntas que no son creativas”.

 

—Hay preguntas que molestan…-, apuntó entonces Mario González, conductor del programa.

 

—No, a mi no me molestan. Así hablo, yo no estoy enojado.

 

—¿Le molesta la falta de creatividad?-, insistió el conductor.

 

—No, bueno, lo lamento. Me da tristeza que en la comunidad tuitera haya tan poca creatividad y sean recurrentes estas preguntas que son, digamos, poco productivas.

 

Mario, que llevaba otras preguntas en ese tenor, le confesó que traía otras “preguntas improductivas”. El candidato del Panal condescendió: “Bueno, pregunten lo que quieran, solo que vamos perder el tiempo…, pero no me enojo”.

 

Tal es el tenor de las entrevistas con Quadri. Y, diga lo que diga, no para de hacer corajes.

 

ENTRE HIPSTER Y METROSEXUAL

 

Gabriel Quadri entró tarde a la contienda. Apenas fue designado candidato presidencial del partido fundado por Elba Esther cuando la etapa de la precampaña estaba por concluir. Por añadidura, fuera del medio académico era un perfecto desconocido. Él mismo lo reconoce: “Cuando empecé nadie me conocía, ahora muchos me conocen y  me saludan”.

 

Y es cierto. Comenzó a hacerse popular con la “Quadri-combi”, que fue objeto de infinidad de bromas en las redes, y por su propio aspecto, un tanto desenfadado, que ha dado pie a divertidas caricaturas y comentarios en las redes sociales: “Quadri no es hipster, tan sólo es cool”; “me encanta cómo se ve a sí mismo Quadri: entre una combinación de hipster, metrosexual, bohemio y actor de Televisa, x d, jajaja”; “El Chaplin del siglo XXI!!!, por cierto qué mal gusto tiene el fulano para traer esa pinche combi”; “si no ganas la presidencia puedes poner un changarro de ‘hippi-crepas’ en tu combi”; “por qué anda de gira sin Scooby?; “jajaja, ya viendo bien, está cagadísimo ese Quadri, jajaja”.

 

En Youtube aparecen una serie de videos en torno a su persona y la combi. Hay un reguetón divertido “La Combi(gote) de Quadri” en el que cantan: “Mi combi está de ambiente, mi combi de medio ambiente; combi, combi, combi con bigote, para despeinar mis pelos de elote”.

 

Por lo que toca a sus propuestas, tampoco les va muy bien que digamos: “La diferencia entre las propuestas de Quadri y los inventos del Dr. Chunga es que igual los inventos no servían para nada pero me hacían reír”; “¡Mamá! El país no me toma en serio”, se burlan en las redes.

 

Tan diferente, atrevida, locuaz, resulta la figura de Quadri frente al acartonamiento de los otros candidatos presidenciales que el propio dirigente de Nueva Alianza, Luis Castro declaró a voz en cuello ante sus candidatos a diputados a senadores: “Dicen que estamos locos por atrevernos. Hemos decidido demostrar que tenemos la capacidad de hacer la historia, de atrevernos, por eso hemos convocado a los libres, por eso el voto de los valientes. ¡Por eso nos atrevemos a postular a Gabriel Quadri de la Torre!”.

 

DIGAN LO QUE DIGAN, VA P’ ARRIBA

 

Comenzó su campaña bajo el agua (buceando) y prácticamente en cero en las encuestas, pero hoy en día Quadri anda en bicicleta, tiene su combi, trae camioneta y seguridad del Estado Mayor Presidencial y está ya muy cerca del 2% que requiere su partido para el registro. Aunque digan que son los “villamelones de la política” de la política quienes van a votar por él, cada vez es más popular. Y no sólo entre los jóvenes.

 

En el encuentro que tuvo con la Federación Democrática de Sindicatos de Servidores Públicos (FEDESSP) el jueves pasado, se encontró con un auditorio en el que por más que el animador intentaba porras para Quadri, los cientos de asistentes preferían los huelum del Politécnico y la guerra de porras que sostenían las secciones 9,10 y 11 del SNTE junto con los del Sitissste. Pero al escucharlo, aquello cambió.

 

Les habló de la necesidad de igualar los derechos de los trabajadores públicos y privados, de restituir el derecho de huelga, de desaparecer la Junta de Conciliación y Arbitraje, de fundar un sindicalismo fuerte y de que éstos se conviertan en vanguardia de la sociedad civil. Para cuando concluyó, se había ganado el apoyo de los presentes, de aquellos que en un principio lo miraron ajeno y con desdén.

 

Y aunque no siempre es miel sobre hojuelas —al foro sobre energías renovables ni siquiera llegaron a 20 los asistentes y el saloncillo lo llenaron los reporteros—, el candidato de Nueva Alianza suma décimas de punto poco a poco. Las más de ellas, y a contracorriente de la sombra de Elba Esther porque” a muchos les cae gorda”, como él mismo refiere, gracias a sus propias “locuras”.