La policía prohibicionista respecto a la posesión, venta y consumo de todas las drogas no legales por igual, sobre la cual México ha sustentado toda su estrategia de lucha contra el narcotráfico, no ha conseguido disminuir el consumo de estupefacientes ni debilitar a las organizaciones delictivas, por lo que resulta urgente estudiar otras alternativas como la regulación segmentada de algunas de estas sustancias.
Esta es la conclusión que alcanzaron los especialistas y académicos de distintas áreas que participaron en la quinta y última jornada del Foro Internacional Sobre Políticas de Regulación el Consumo de Drogas, organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Lo peor, sin duda, es no hacer nada o seguir haciendo lo mismo”, dijo el investigador de la División de Estudios Jurídicos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), José Antonio Caballero, al establecer que ha llegado el tiempo de romper con el “paradigma prohibicionista” del consumo de todas las drogas.
Se trata, dijo, de una visión centenaria que fue ratificada en la Convención de Viena en 1998, pero que con el paso de las décadas no ha logrado abatir o al menos desincentivar el consumo de los estupefacientes.
Aterrizado en México, el tema del tráfico de las drogas fue transformado en un asunto de seguridad nacional con los costos humanos que ya se conocen, pese a que los consumidores en realidad se ubican en los Estados Unidos y muchos productores aun en Centro y Sudamérica.
“Es necesario hacer un alto y revisar las bases en las que se ha asentado toda esta política en contra de las drogas; a veces se piensa que un cambio cultural de esta magnitud es complejo pero no lo es tal, pues ahí está el caso del tabaco cuando se pidió no fumar en lugares cerrados y ahora nos parece totalmente normal”, puntualizó.
La regulación segmentada de algunas drogas, y principalmente de la mariguana y sus derivados, es una alternativa que conviene estudiar con seriedad, tomando en cuenta el marco nacional e internacional en el que se ubica México.
El especialista en Derecho, Jesús Zamora Pierce, hizo énfasis en el balance negativo de la estrategia actual de combate a las drogas en México, la cual no sólo no ha debilitado a los cárteles, sino que además está por dejar un costo humano por encima de los 50 mil muertos, más que cualquier conflicto bélico de las últimas décadas.
“El tráfico ilegal de drogas se volvió prácticamente en el mejor negocio del mundo; es un mercado que al año está valuado en 500 mil millones de dólares, de los cuales, 35 mil millones van a parar directamente a los capos de los cárteles mexicanos”, apuntó.
Zamora Pierce recordó que científicamente se ha demostrado que la mariguana es prácticamente “benigna” si se le compara con los efectos directos o indirectos a otras drogas lícitas como el tabaco, el alcohol o incluso los inhalantes, por lo que la consideró un buen punto departida en una política de regulación de estas sustancias.
El doctor en políticas públicas por a Universidad Autónoma Metropolitana, Jorge Romero Vadillo, sostuvo que las “drogas en realidad ya están reguladas”, pero no por el Estado sino por el crimen organizado, el cual controla los aspectos de oferta y demanda, administra las ganancias y corrompe los gobiernos.
Tomando como referencia un estudio de la fundación británica Transform Drugs Policy, coincidió en la pertinencia de establecer una regulación segmentada de las drogas, controlando el consumo de algunas de ellas y atacando como “delitos de mercado” la distribución ilegal de aquellas de mayor efecto nocivo.
Respeto a policías y ver otros delitos, pide PGR
Durante su intervención en el foro, el subprocurador de Derechos Humanos de la Procuraduría General de la República (PGR), Miguel Ontiveros Alonso, consideró oportuno el debate serio en torno a la problemática de las drogas, pero pidió no dejar de lado la complejidad que representa la delincuencia organizada y el esfuerzo de los cuerpos e seguridad del estado.
Aseguró que el “querer generalizar la visión de que los policías son corruptos como por momentos se ha hecho aquí o en otros espacios es un error, no puede desvalorizarse la función de muchos servidores públicos y honestos a los que se discrimina cotidianamente pero que eso sí, se les exigen resultados de excelencia”.
Respecto al debate sobre la regulación de drogas, señaló quela PGR esta a favor de que se lleven al debate en los foros de discusión las alternativas respecto a esta problemática en la cual, es importante que todos participen y no solo el gobierno.
“En lo que sí hacemos énfasis, es que la delincuencia organizada no solamente es el narcotráfico, sino también los secuestros, las extorsiones o la trata de personas que deja recursos millonarios. Hay que preguntarnos entonces a que mas se van a dedicar los delincuentes si las drogas se legalizan”, dijo el subprocurador.
Planes de alto costo social: Narro
Al dar el cerrojo final al foro, el rector de la UNAM, José Narro Robles, estableció la necesidad de un “cambio en el paradigma” en la definición de las políticas públicas relacionadas con el consumo de drogas, luego de que lo hecho hasta ahora no ha dado los resultados deseados, y por el contrario, ha tenido un costo social considerable.
Consideró que se requieren modificaciones a las estrategias adoptadas para abatir el consumo pero también para disminuir la distribución y producción de drogas, las cuales deben ser resultado de un estudio profundo de la información y resultados obtenidos, y no de la repetición casi “dogmática” de las funciones del estado.
“Pretender ignorar la gravedad de este asunto es un error, intentar callar a los que tenemos algo que decir es un desatino, creer que la solución pasa solo por la policía y la prisión es francamente insensato”, sentenció.
El titular de la máxima casa de estudios apuntó que toda política de combate a las drogas debe tener como pilares fundamentales la educación, prevención y tratamiento, aspectos en los que si es necesario y urgente invertir mayores recursos.