Entre gritos y pancartas de ”¡Sí se pudo hoy!” y sin la protesta de los cacerolazos de la víspera, la Cámara de Diputados avaló por unanimidad, con 434 votos, el dictamen que reforma la leyes Federal del Trabajo y del Seguro Social, para que las trabajadoras del hogar tengan acceso a la seguridad social.
Con cambios, el dictamen, que se devolvió al Senado de la República para sus efectos constitucionales, recibió “luz verde” de los legisladores, a fin de beneficiar a más de dos millones de empleadas domésticas.
Al fundamentar el dictamen, la legisladora de Movimiento Ciudadano (MC), Martha Tagle, se congratuló de este dictamen con el que se da un paso más en el reconocimiento a los derechos de las trabajadoras del hogar, lucha que iniciaron hace casi 30 años.
Explicó que el dictamen tiene el propósito de que el trabajo doméstico tenga los mismos derechos laborales que poseen los sectores que se desempeñan en oficinas o fábricas.
Que se defina a la trabajadora del hogar como toda persona que de manera remunerada realice actividades de aseo, asistencia y demás propias o inherentes al hogar, en el marco de una relación laboral.
El documento establece tres modalidades: trabajo de planta, de entrada por salida y de las personas trabajadoras del hogar que trabajan con diferentes patrones y no residen en el domicilio de ninguno de ellos.
Plantea prohibir la contratación de personas menores de 15 años, y tratándose de adolescentes mayores de 15 años, el patrón deberá fijar jornadas que no excedan las seis horas diarias y 36 horas semanales, así como evitar la contratación de personas adolescentes mayores de 15 años que no hayan concluido al menos la secundaria.
Establece que el trabajo del hogar deberá fijarse mediante un contrato escrito que incluya la dirección del lugar del trabajo, fecha de inicio y duración de término, tiempo de trabajo a realizar, remuneración y periodicidad de los pagos, horas de trabajo, pago de vacaciones, períodos de descanso diario y semanal, sea cual sea el caso, suministro de alimentos y alojamiento como procede.
Además, dotar a las personas trabajadoras migrantes de protección y seguridad y no ser discriminadas. Plantea que en las personas trabajadoras del hogar que residan en el domicilio, las jornadas no podrán exceder ocho horas diarias, y cuando excedan deberán se deberán considerar como horas extras.
Plantea que las personas trabajadoras del hogar cuenten con las prestaciones establecidas en la ley, como vacaciones, prima vacacional, pago de días de descanso, acceso a la seguridad social y aguinaldo.
La legisladora explicó que se modificó la minuta del Senado para establecer que no debe de haber obligatoriedad respeto a la inspección laboral dentro de los hogares.
En el tema relativo a los salarios, la minuta que venía del Senado establecía como salario tener al menos dos salarios mínimos, pero en muchos casos este sigue siendo un sueldo insuficiente, y que es una discusión pendiente en la Ley de Salarios Mínimos, para garantizar a las trabajadoras del hogar un salario digno.
El dictamen incluye un transitorio para reconocer que desde el Instituto Mexicano del Seguro Social se trabaja con el programa piloto que mandató la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que tiene como fin que en un año y medio se pueda entregar un informe al Congreso de la Unión, y a partir del mismo, se haga la revisión legislativa a fin de que todos los derechos de los trabajadores del hogar no sólo queden garantizado, sino sean accesibles.
En los posicionamientos, la morenista Ana María Rodríguez Ruiz señaló que las trabajadoras del hogar permanecen en una realidad injusta e inequitativa, porque de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 98% de los trabajadores del hogar tienen extensas jornadas laborales, falta de seguridad social y salarios bajos.
En tanto, la legisladora del Partido Acción Nacional (PAN), María Liduvina Sandoval Mendoza, consideró el dictamen como un paso histórico para reivindicar los derechos de millones de mujeres trabajadoras del hogar, a quienes a lo largo de los años se les han negado sus derechos laborales, han sido discriminadas, explotadas y sufrido abusos.
Por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Lourdes Erika Sánchez Martínez, dijo que contar con un trabajo digno y con una remuneración suficiente para cubrir las necesidades básicas constituye un derecho fundamental reconocido por la Declaración Universal de Derechos Humanos y por la legislación nacional.
La diputada del Partido del Trabajo (PT), Margarita García García, indicó que, según ONU Mujeres, hay 2.4 millones de personas que laboran en al menos dos millones de hogares en México.
jhs