La mala calidad del aire está directamente relacionada con el desarrollo del asma y la recurrencia de crisis entre quienes padecen la enfermedad. En México, los casos aumentaron 10% en la última década y a la fecha se registran 12 millones en total.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el primer martes de mayo como el Día Mundial del Asma. Según el organismo, las causas fundamentales de la enfermedad no se conocen con exactitud, pero los principales factores de riesgo para desarrollarla son una combinación de predisposición genética con la exposición ambiental a sustancias inhaladas y partículas.
A pesar de esto, las ciudades siguen registrando altas emisiones de contaminantes. El Distrito Federal, que ocupa en quinto lugar de pacientes con asma, presenta problemas en la calidad del aire.
El Sistema de Monitoreo Atmosférico de la capital revela que los puntos IMECA se han mantenido altos durante los últimos seis meses, es decir, la calidad del aire se califica como regular y mala. De hecho, la dependencia pide en estos casos que las personas con problemas respiratorios, incluyendo asma, no realicen actividades al aire libre para evitar complicaciones.
La mayoría de quienes padecen la enfermedad no cumple con estas observaciones y se exponen a condiciones ambientales no favorables, incluso 90% considera normal tener una crisis severa, Además, los pacientes no siguen el tratamiento y las indicaciones para evitar que su condición se agrave, señaló Carlos León, director general del Centro de Asma y Alergia en México.
Cada año, el IMSS atiende 270 mil crisis asmáticas que pueden costar hasta 15 mil pesos por paciente si requiere de oxigeno y hospitalización.
De acuerdo con el sector público, la atención médica puede costar hasta 15% de los ingresos mensuales de una familia, y elevarse cuando se presenta una crisis asmática.