Con una agenda basada en mantener los programas sociales del gobierno capitalino, atacar la corrupción y fortalecer la seguridad pública, Isabel Miranda de Wallace cree con firmeza en poder remontar las encuestas que hoy la ubican en el tercer lugar en la carrera por la jefatura del Gobierno del Distrito Federal.

 

Isabel Miranda de Wallace asegura que, tras el banderazo de salida a las campañas políticas locales, “hoy por hoy nos vamos a ver las caras verdaderamente todos los que participemos en esta contienda” por gobernar la capital del país, una ciudad “insegura pero no violenta”.

 

La candidata del Partido Acción Nacional asegura tajante que en dos semanas “las cosas van a cambiar y los números se van a empezar a mover”, y basa la expectativa en sus propuestas de un mejor control para optimizar el modelo de justicia “caiga quien caiga”, la dotación de servicios, la seguridad y la creación del estado del Valle de México.

 

La contienda para gobernar la ciudad de México, una urbe de nueve millones de habitantes, no es entre cuatro partidos, sino entre la ciudadanía y los “malos” políticos, dice, y enfatiza con ello su proyecto ciudadano, aunque impulsada por el PAN, “porque todos ya estamos hartos de que nos prometan”.

 

La participación del capital privado iría de la mano con la tecnología igual para lograr los controles que faciliten despresurizar los reclusorios en el Distrito Federal, que para reducir la incidencia de corrupción entre policías y cuerpos de seguridad o solucionar el problema de la recolección y tratamiento de la basura.

 

Miranda de Wallace alude al actual como un modelo penal “desgastado e inoperante”, por corrupción y falta de preparación; su planteamiento sería a la inversa: primero capacitar y mejorar salarios a los policías para que ganen hasta diez mil pesos mensuales; aunado a un cambio en la política de criminalización que ofrezca penas alternativas a primo delincuentes y a quienes incurran en delitos menores.

 

Como ocurre en grandes ciudades, explica, los equipos de seguridad serían monitoreados a través de chips, de manera que sea posible saber dónde se ubican; al igual que los primo delincuentes que sean sometidos a penas alternas, en trabajo social, acotando su círculo de movilidad.

 

Isabel Miranda no olvida su activismo ciudadano, por ello toma su fuerza de la sociedad civil y de ganar los comicios el 1 de julio de ahí procedería su gabinete: el académico Samuel González Ruiz encabezaría la procuraduría capitalina, y en Ecología, el químico Luis Manuel Guerra Garduño. El también activista Alejandro Martí no participaría, debido a sus múltiples actividades, aclara.

 

Asienta que no ofrecería ningún cargo a sus contrincantes políticos: Miguel Mancera, Beatriz Paredes y Rosario Guerra, porque sus proyectos tienen filosofías muy diferentes; y su congruencia la reafirma asegurando que tampoco aceptaría colaborar con alguno de ellos, si la votación le fuera adversa.

 

Miranda de Wallace subraya que entre sus propuestas está reglamentar las marchas, por lo que las manifestaciones deberán realizarse con horarios y sobre las banquetas, con gente que custodie y vallas que impidan invadir otros espacios, lo cual evitaría el caos en la ciudad y que el ejercicio de un derecho afecte a terceros.

 

En contraste, promete mantener los programas sociales que hasta ahora promueve el gobierno de Marcelo Ebrard, como el de becas a estudiantes de nivel medio superior, el de ayuda a adultos mayores y el seguro de desempleo, aunque buscará enriquecerlos y transparentar su operación.

 

Sin embargo, aclara, el propósito es fomentar la independencia económica, no sólo una ayuda asistencialista, el trabajo en favor de las mujeres, el cuidado a los hijos, la preparación integral y la creación de valores.

 

Incluso, plantea que la población procesada cubra con trabajo el costo de su reclusión y que una vez liberados se logre su reinserción laboral con apoyo de la iniciativa privada.

 

Para resolver el problema de la basura, agravado tras el cierre del tiradero en el Bordo Poniente, en el estado de México, plantea la colocación de contenedores diferenciados para líquidos y sólidos en zonas estratégicas de cada colonia, donde un sistema electrónico notificará cuando estén llenos.

 

El sistema, dice, podría ser financiado con recursos de instituciones financieras internacionales y con la participación de la iniciativa privada, y además, hará posible el aprovechamiento para generar energía suficiente para movilizar al Sistema de Transporte Colectivo Metro, y activar el alumbrado público de la ciudad de México, asegura.

 

Su estrategia de campaña incluye asistir a todos los debates, “a todos los que me inviten, a todos voy a ir”, porque siempre y cuando asistan los cuatro aspirantes a gobernar el Distrito Federal constituyen el foro adecuado para confrontar ideas.

 

No descarta tener actos conjuntos con la candidata presidencial de su partido, Josefina Vázquez Mota, aunque sujetos a la agenda de cada una.

 

En torno a la versión de que invitaría a su posible gabinete a Diego Fernández de Cevallos, expresa su respeto por el politico panista y dice que sería una ofensa ofrecerle ser su subalterno. Pide también a los electores no dejarse llevar por los rumores, “me han bajado de la campaña desde antes que iniciara y hoy estoy aquí”.

 

Isabel Miranda afirma que tiene claro su objetivo en este proceso electoral, pues así como inició una lucha personal por la justicia, para encontrar a los secuestradores de su hijo, “hoy inicio una lucha y una búsqueda, la lucha ahora es comunitaria y la búsqueda es de ciudadanos comprometidos que quieran cambiar al Distrito Federal”

 

Entrevista a Notimex