Controvertido. Mucho se ha dicho sobre Francisco Gil Díaz, el ex secretario de Hacienda y Crédito Público bajo la presidencia de Vicente Fox.
Profesor Emérito del ITAM, profesor de Pedro Aspe, y mentor de una corriente de prominentes funcionarios públicos que han conducido las finanzas del país en las últimas dos décadas y en las que se encuentran el actual gobernador del banco central, Agustín Carstens, y el director general de Pemex, Juan José Suárez Coppel.
Al doctor en economía por la Universidad de Chicago y militante priísta, las crónicas periodísticas le atribuyen una enorme influencia en Los Pinos bajo los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón.
“Ojalá fuera cierto”, dice. “Si fuera cierto no hubieran bajado las tarifas de interconexión en la forma como lo hicieron”, denuncia el ahora presidente de Telefónica para México y Centroamérica, la mayor empresa española de telecomunicaciones, con su característico humor ácido y su crítica implacable.
Propone deshacer el monopolio que tiene el presidente de Cofetel, como acaba de ocurrir con Cofeco. “Es un monopolio de los tantos que hay que derrumbar”, dice en relación a la reciente aprobación del Senado para que el presidente de la Comisión Federal de Competencia no tenga la exclusividad de llevar asuntos al Pleno.
Habla sobre la crisis global y enjuicia, por igual, a los gobiernos por sus malas decisiones de políticas públicas, al FMI por sus errores, y al premio Nobel de Economía, Paul Krugman, por sus planteamientos “tontos en cuanto a sus posibilidades”.
Reconoce que se ha avanzado “algo” en la competencia en telefonía y es optimista sobre la atracción de inversiones de calidad para México en el futuro cercano.
La economía global se enfrenta a uno de sus mayores retos históricos, ¿cuál es la lección de todo esto?
Las causas son muchas. Seguiremos teniendo fluctuaciones y ciclos pero lo que no debemos tener es una acumulación de desequilibrios de la magnitud y de la presión con la que se generó esta crisis.
Estos desequilibrios acumulados, ¿Fueron producto de los ciclos naturales de la economía o de la irresponsabilidad de gobiernos y banco centrales?
Los mercados siempre van a funcionar con errores, aunque son preferibles los errores de los mercados, a los errores de los gobiernos. En este caso fueron errores de los gobiernos. Los bancos centrales fueron un actor relativamente menor en la parte que se les atribuye y para mí la responsabilidad de un banco central de observar un fenómeno que se está saliendo de control, es lo que no asumieron. Lo que ocurrió es que se tuvieron fallas de políticas públicas, los supervisores financieros ignoraron señales y advertencias que se les hizo y no quisieron actuar; no cumplieron. No quisieron ser aguafiestas, pero su responsabilidad era ser aguafiestas.
¿Por qué el Fondo Monetario Internacional no advirtió de esto?
El FMI tiene un problema, es juez y parte porque los países son socios del Fondo. El FMI puede advertir que hay un fenómeno sobre el que hay tener cuidado, pero no puede salir con campanas de alarma porque a fin de cuentas sus accionistas son aquellos sobre los cuales está juzgando.
Pero el FMI tuvo una falla muy seria al no detectar el problema griego cuando una de sus responsabilidades -tratándose de sus miembros- es conocer sus cuentas.
Hay un debate sobre quienes proponen recortes a los gastos fiscales para aliviar las presiones sobre los déficits, como lo hace el gobierno alemán; y quienes, como Paul Krugman, ven en las políticas de estímulo a la demanda, la salida a la crisis. ¿Cuál es su perspectiva?
Si no se tiene financiamiento ¿cómo se hace para estimular la demanda? No entiendo planteamientos como los de Krugman. ¿Acaso Grecia podría en este momento llevar a cabo una política de estímulo fiscal? ¿Con qué financia ese gasto? Me parece un planteamiento tan elemental, tan tonto en cuanto a sus posibilidades, que alguien con la inteligencia sobresaliente como la de Krugman, lo debería de saber.
En donde sí se está planteando un problema innecesario es en la lentitud de la Unión Europea en reaccionar y en las cantidades tan limitadas como lo ha hecho. Debería de intervenir con cantidades más fuertes y con mayor oportunidad.
¿A qué se debe esta actitud timorata?
A que la Canciller alemana no tiene la fortaleza política para llevar a cabo medidas que hubiera deseado tomar con mayor amplitud. Pero más allá de la explicación política y de la actitud un tanto rígida de Alemania y Holanda, el hecho es que Europa consolidada tiene menos deuda y déficit que Estados Unidos. Si Europa pudiera actuar de manera consolidada con su banco central europeo y con un gobierno fiscal central, no tendrían los estados miembros de la Unión Europea los problemas que hoy enfrentan.
La realidad es que la salida de la crisis ha sido compleja y tardada, ¿cuál es su perspectiva sobre la salida de la crisis?
Es difícil pronosticar, porque depende del ánimo de los actores en los mercados, que son muy volátiles.
Paul Krugman dijo hace poco en México que no esperemos que las reformas estructurales den por resultado tasas de crecimiento sostenidas del 8%. ¿Qué piensa, acaso se sobreestiman las reformas estructurales?
Las reformas estructurales en todas partes han activado el crecimiento. Es muy atrevido de cualquiera –de Stiglitz, de Krugman, del FMI, del Banco Mundial, o de quien sea- hacer pronósticos cuantitativos; pero estoy de acuerdo con él en que una reforma que llevara al país a una mayor competitividad, que sus monopolios tuvieran otras reglas y que se permitiera a otras empresas a tener mayores márgenes de maniobra, sería muy promotora del crecimiento; pero ésa es una reforma estructural.
Él insiste en que hay tareas detenidas que no se han hecho…
Es muy fácil opinar cuando se está un par de días en Monterrey o en la Ciudad de México. ¿Cómo se logra que haya mayor competitividad cuando al día siguiente de cualquier resolución de la Comisión Federal de Competencia, se otorga un amparo que tarda 4 o 5 años en resolverse? No conoce el medio jurídico, ¿cuáles son los medios de que dispone un gobierno, con la legislación que se cuenta, para llevar a cabo un cambio en el terreno competitivo? En EU se tiene una legislación que le permite a la autoridad de competencia ordenar la disolución y desintegración de una empresa de la noche a la mañana con un fuerza jurídica implacable, claro que lo tiene que demostrar, pero una vez que lo hace, la ley le da esa fuerza. Si en México el medio jurídico no lo permite, ¿cómo le haces?
Se ha dicho mucho acerca de la poderosa influencia de los poderes fácticos sobre la toma de decisiones públicas, ¿cree que es así o se ha sobrevalorado?
Regresamos a la ley de competencia, ¿por qué esa ley no tiene la fuerza para lograr los cambios que son deseables? Por los poderes fácticos.
¿Qué ha pasado con la competencia en telefonía?
Ha mejorado algo. No obstante las resoluciones sobre las tarifas de interconexión que van en contra de la competencia y que acaba de emitir la Cofetel; el que (Luis) Téllez –por ejemplo- desde el principio autorizara que las cableras dieran voz, además de televisión e internet, empezó a cambiar radicalmente el panorama de las telecomunicaciones y la competencia con Telmex en telefonía fija. El que se haya autorizado que compráramos -Televisa, Megacable y nosotros (Telefónica)- un par de fibras también va a representar más calidad y menor precio en internet y televisión digital. Entonces sí se han hecho avances.
The Economist habla sobre la tercera revolución industrial. ¿Ve a México preparándose para enfrentar ese reto que va más allá de atraer capitales con costos laborales bajos?
Estamos atrayendo mucha inversión en áreas que son competitivas y retadoras de los monopolios. En áreas como la aeroespacial, automotriz o maquiladoras hay competitividad de México por muchas razones que es parte de las reformas estructurales que hemos tenido. Una es el número de tratados internacionales que tenemos; otra es la reducción de aranceles, que es la apertura; otra es estar en el mercado del gas de Norteamérica que nos da una ventaja; otra, que es un hecho, es que los aumentos en los precios del transporte, por el precio del petróleo, nos da una ventaja respecto de Asia en el mercado estadounidense. El hecho de que se hayan simplificado las reglas para operar en las empresas, también ayuda. Y si bien aún no se logra aprobar en el Congreso la inversión extranjera al 100% en telefonía fija, tengo optimismo de que se apruebe próximamente.
De cara a las elecciones presidenciales y como priísta que es, ¿cuál es su primer balance sobre las propuestas de los candidatos?
Son bastante parecidas las propuestas de los dos punteros en términos de estabilidad y de reformas estructurales. Cuando hablan los dos de abrir Pemex para que haya mayor participación privada nos damos cuenta que no hay diferencias contrastantes entre el PAN y el PRI, pero aún no hay detalle de las políticas públicas de los dos candidatos. Eso lo conoceremos en los debates. Por lo visto, los mercados consideran que la economía va a seguir con un manejo sensato y equilibrado.
En los últimos años mucho se ha dicho de Francisco Gil Díaz como un hombre poderoso e influyente en los gobiernos panistas, con Fox y Calderón. ¿Es el hombre poderoso del que se habla?
Ojalá fuera cierto. Si fuera cierto no hubieran bajado las tarifas de interconexión en la forma como lo hicieron.
Hay muchas percepciones falsas. La realidad es que luché durante años por lograr tarifas de interconexión diferenciales. Envié un documento al señor Presidente y a cada uno de los secretarios de Comunicaciones y lo único que se hizo fue una disminución arbitraria, injustificada y, además, pareja, como si las cuatro empresas que estamos en el mercado fuéramos iguales. Se trató igual a los diferentes. Allí se tiene una manifestación clara de que la supuesta influencia, en lo que realmente atañe a mi trabajo, fue nula.
¿Cuál es su percepción sobre la agenda de telecomunicaciones después de las elecciones presidenciales?
Una vez que entre en funciones el nuevo Congreso espero que se pueda avanzar en la ley de inversión extranjera para telefonía fija y en la conformación de las comisiones (reguladoras).
Se acaba de aprobar una reforma que da facultades a los comisionados de la Comisión Federal de Competencia para llevar asuntos al Pleno. Eso quiere decir que el presidente (de Cofeco) va a seguir teniendo preeminencia por su manejo administrativo, por ser la voz y el voto de desempate; pero ya no por tener la pluma para llevar los asuntos al Pleno. Y eso en las Comisiones es muy importante. Ojala que lo que se hizo en Competencia, también se haga en Telecomunicaciones; porque es otro monopolio que hay que deshacer: la atribución del presidente de la Comisión de ser el único que decide lo que se somete a la consideración del Pleno. Es un monopolio de los tantos que hay que derrumbar.
samuelgarcia.com
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