WASHINGTON. Tres de los doce agentes de los Servicios Secretos de Estados Unidos involucrados en un escándalo con prostitutas en Colombia, recusaron someterse al polígrafo y los otros nueve lo pasaron con “éxito”, según informó el periódico The Washington Post.

 

Entres lo que se recusaron a someterse al detector de mentiras se encuentra el supervisor “cuya decisión de no pagar a una de las mujeres llevó a que la gerencia del hotel y la policía local alertaran a miembros de la embajada de EU sobre la conducta inapropiada”, añade el Post.

 

Los 12 empleados, que trabajaban entre dos y 22 años en los Servicios Secretos, contrataron a 12 prostitutas en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias, días antes de la llegada a la ciudad del presidente Barack Obama para la Cumbre de las Américas. el 14 y 15 del mes pasado.

 

De acuerdo con el diario, los agentes, de los cuales al menos nueve ya han sido sancionados, pagaron a 10 de las 12 mujeres contratadas, según informó The Washington Post.

 

El diario, que cita a funcionarios de la agencia a quienes no identifica, añadió que se ha determinado que ninguna de las trabajadoras sexuales colombianas involucradas en el incidente “tenía conexiones con organizaciones terroristas o bandas de la droga”.

 

Anoche, según el periódico, el Servicio Secreto entregó a los comités del Congreso que investigan el escándalo, veinticuatro páginas de respuestas escritas a las preguntas hechas por los legisladores.

 

El Servicio Secreto considera que esas respuestas son confidenciales y ha pedido a los comités que no divulguen el contenido del documento, de acuerdo con el diario.

 

Según el Post los investigadores del Servicio Secreto entrevistaron a 10 de las 12 mujeres involucradas, con edades de 20 a 39 años, y tienen planificado conversar con las otras pronto “como parte de la investigación que continúa”.

 

Para la visita de Obama a Colombia el mes pasado el Servicio Secreto movilizó a 175 agentes y supervisores, de los cuales 135 se alojaron en el Hotel Caribe donde ocurrió el escándalo con las prostitutas, indicaron al Post algunos funcionarios del Congreso.

 

De los 12 empleados del Servicio Secreto involucrados en el asunto dos eran supervisores de investigación criminal, tres eran francotiradores y otros tres miembros de un equipo de asalto de la agencia.