LAGOS. Al menos 34 personas han muerto en un atentado perpetrado contra un mercado de ganado en la ciudad de Potiskum, noreste de Nigeria, informaron ayer fuentes de los servicios de emergencias.
“Treinta y cuatro cadáveres fueron depositados en el hospital”, tras el ataque cometido a última hora del miércoles, aunque el número de fallecidos podría superar la cincuentena, dijeron las fuentes, citadas por el portal informativo nigeriano Elombah.
El número de víctimas mortales puede crecer significativamente porque hay familias que están enterrando los cuerpos de parientes fallecidos en el suceso sin llevarlos al hospital de Potiskum, agregaron las fuentes, que hablaron bajo condición de anonimato.
Al parecer, el ataque tuvo lugar como represalia a un incidente anterior acaecido ese mismo día, cuando un grupo de individuos intentó cometer un robo y uno de ellos fue atrapado por los comerciantes, indicó la Policía, sin precisar el número de muertos.
El hombre capturado fue rociado con gasolina y se le colocó un neumático alrededor del cuello antes de prenderle fuego, lo que le causó la muerte, según la policía.
Después, “un grupo de hombres armados con unos 20 explosivos y fusiles de asalto atacaron el marcado de ganado de Potiskum. Lanzaron explosivos, dispararon de forma indiscriminada y prendieron fuego al mercado (…)”, explicó Toying Gbadegesin, portavoz de la Policía del estado de Yobe, al que pertenece Potiskum.
“Por ahora, no podemos determinar el número de víctimas, pero hubo muertes y algunos heridos están siendo atendidos”, añadió el portavoz policial.
El periodista local Musa Yahaya declaró que vio “docenas de personas muertas o heridas trasladadas al hospital”.
De momento, se desconoce la autoría del ataque, aunque la secta radical islámica Boko Haram ha perpetrado en los últimos tiempos numerosos atentados en el norte del país, muchos de ellos contra la comunidad cristiana.
Boko Haram, cuyo nombre significa “la educación no islámica es pecado”, lucha por imponer la ley islámica en Nigeria, de mayoría musulmana en el norte, y cristiana en el sur.
Desde el inicio de su campaña violenta en 2009, la secta ha matado a unas mil 200 personas, la mayoría en ataques perpetrados en el norte de Nigeria, según el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas nigerianas, Oluseyi Petinrin.
Con más de 150 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por sus profundas diferencias políticas, religiosas y territoriales. EFE
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