Mala señal cuando hasta Pamela Anderson hace campaña en contra de tu torneo. Peor aún cuando la Eurocopa, que supuestamente maquillaría defectos y embellecería la imagen de tu país, se convierte en lo opuesto: en el motivo por el que todo el planeta identifica, señala y critica tus desastres, en la razón de todo un conflicto internacional.
Ahí está Ucrania que en cuestión de un mes organizará la Eurocopa 2012 junto con Polonia y hoy no sabe cuál de las crisis atender, resolver o silenciar primero. Ahí está Ucrania, incluso sometida al rumor cada vez más repetido respecto a si la sede le podría ser retirada. Ahí está Ucrania, que originalmente veía en este evento un puente de acceso a la Unión Europea y hoy más bien lo ve convertido en punto de rompimiento.
Su colmo ha sido ver la reconversión de Pamela Anderson, de guardiana de la bahía en guardiana de los derechos animales. La actriz protesta por la cantidad de perros callejeros matados en territorio ucraniano de cara a la Euro. Su carta a Michel Platini, titular de la UEFA (Unión de Futbol Europeo) dice lo siguiente: “Como anfitrión del evento, UEFA es responsable del sufrimiento de animales por culpa de este campeonato de futbol. Por favor enseñe la tarjeta roja y exija al gobierno ucraniano que frene el asesinato masivo de perros callejeros”.
Sin embargo, con todo el respeto que merecen los animales y la campaña de la otrora Baywatch, os principales focos condenatorios y motivos de fricción se han encendido a raíz de la detención de la ex primer ministro Yulia Tymoshenko.
Antes de caer del gobierno y ser encarcelada, Tymoshenko fue una de las personalidades más activas para llevar la Eurocopa a Ucrania. La decisión implicaba un claro acercamiento a Bruselas, capital de la Unión Europea, y, al mismo tiempo, un alejamiento de Moscú; así de complejo y geopolítico es el tema. Todavía en el 2009, la entonces premier aparecía en fotografías junto a Platini sosteniendo logotipos del torneo y proyectando mensajes como “haciendo historia juntos”, aunque no sospechaba la dramática manera en la que terminaría haciendo historia de la mano del inminente evento.
Todo cambió demasiado rápido y hoy Tymoshenko se encuentra en huelga de hambre y bajo escándalo de haber sido golpeada.
A raíz de esto, numerosos jefes de estado europeos han insinuado que no acudirán a la inauguración del torneo. Lo ha hecho el presidente de la Comisión Europea Durao Barroso, a quien ha seguido la canciller alemana Angela Merkel.
Así, la competencia de futbol se ha metido precisamente en los terrenos que no deseaba la UEFA, pero mucho menos el país anfitrión, deseoso de presentarse cordial y modernamente ante el mundo.
La comisionada europea de Justicia, Viviene Reading, dijo al respecto: “no se pueden cerrar los ojos a los derechos humanos, incluso durante una gran celebración deportiva”. Un portavoz de la Unión Europea agregó: “No estamos satisfechos con la manera y con las formas en que se está tratando a Tymoshenko”.
Ante las crecientes amenazas de boicot alemán, el vocero del gobierno ucraniano, Oleg Voloshin, ha aseverado: “No quisiéramos pensar que los líderes políticos de Alemania son capaces de revivir los métodos de la Guerra Fría y convertir al deporte en un rehén de la política”.
Mientras Alemania envía a un especialista a tratar a Tymoshenko, Francia reitera su preocupación y Rusia se ofrece para brindar atención médica, hay más turbulencias con las que agobiarse a un mes de tan politizado torneo.
Apenas la semana pasada una serie de explosiones sacudieron a la ciudad ucraniana de Dniepropetrovsk, abriendo otro frente de intranquilidad. A eso se añade un reporte de Amnistía Internacional previniendo a los aficionados que acudan a Ucrania por el trato “criminal” de la policía local.
Platini estaba resignada a algunos problemas, aunque jamás espero tal nivel de complicación. Recientemente se quejó de los precios en los hoteles y los retrasos en las infraestructuras y pronto tendrá que decir algo respecto a tan enturbiado contexto político.
Paul Auster, el brillante escritor estadunidense, alguna vez dijo: “Europa encontró en el futbol la manera de odiarse sin destrozarse”. Frase casi siempre cierta, sólo que esta vez Europa –o las todavía dos Europas- ha encontrado en el futbol la manera de alejarse, presionarse y recriminarse.
@albertolati