En la prensa tendría que existir una sección especial llamada Obituario electoral. Lugar dedicado a la “despedida” de los derrotados en las batallas electorales.
Un día después del triunfo de François Hollande, los periódicos franceses reflejan la metamorfosis en la que se encuentra el país. Sarkozy ya abandonó las primeras páginas. Ahora ocupa la sombra que deja Hollande a su paso. Después del 15 de mayo, fecha de la toma de posesión, el nombre de Nicolas Sarkozy desaparecerá de las páginas.
Los periódicos proclives a Hollande también reflejan su propia metamorfosis: las noticias referentes a la jornada del pasado domingo tienen un olor a poesía
En Libération, un periódico proclive a la izquierda, se puede leer en interiores: “Un momento histórico”. En la principal editorial escrita por uno de los codirectores, Nicolas Demorand, se leer: “A pesar de que nuestra sociedad contemporánea es individualista, un “nosotros” (gracias a la victoria de Hollande), existe” (…) “La victoria de Hollande demuestra que el país escogió la esperanza”. La portada de Libération suele ser minimalista (limpia) buscando taldrar la memoria de sus lectores. En la de ayer, una palabra acompaña a Hollande: NORMAL!
L´Humanité, fundado en 1904 por el político socialista Jean Jaurès, también recurre a un futuro francés aterciopelado. En la editorial firmada por Patrick Apel-Muller se lee lo siguiente: “El optimismo de la razón (…) el alivio, el reto y la esperanza”.
El historiador Emmanuel Todd va más lejos de la poética al definir a Hollande como el “Roosvelt francés”. En este periódico histórico que lucha por sobrevivir frente al oleaje de las nuevas tendencias, un hombre de teatro francés, Jacques Weber escribe: “Alivio, (con Hollande) vamos a ser capaces de hablar de justicia, y esto debe de ser una ventana de acción” (…) Una novela de metamorfosis”.
La editorial del periódico Le Monde es: New Deal, en referencia al ambicioso programa que emprendió el presidente Roosevelt en 1930. Esta es la manera con la que Hollande desea detonar el crecimiento económico de Francia. En el mismo periódico pero en la famosa editorial de Gérard Courtois se lee: “Las elecciones representan el sismógrafo preciso de las placas tectónicas políticas del país”. Más elocuente, difícil de encontrar. La prensa, un día después, fue poética.