La transmisión de los conflictos internacionales del primer decenio del siglo XXI no se podrían comprender sin la presencia de la controvertida televisora árabe Al Jazeera, la cual desde hace 16 años se ha caracterizado por informar de manera crítica y puntual las noticias más relevantes del mundo, lo que ha ocasionado que muchos regímenes, tanto de Medio Oriente como de Occidente, censuren e impidan su plena labor periodística.

 

Esta semana, específicamente el 8 de mayo, el gobierno de China expulsó a la corresponsal norteamericana del servicio en inglés de Al Jazeera, Melissa Chan, lo que obligó a la cadena de televisión árabe a cerrar su oficina en ese país.

 

Se trata de la primera expulsión de un periodista extranjero en 14 años. La hostilidad del régimen comunista se intensificó desde principios de 2011, cuando el gobierno amenazó con retirar visados a decenas de periodistas que cubrían los intentos de propagar en China la oleada de protestas que sacudían al mundo árabe.

 

Pero esta no ha sido la única práctica de censura que ha vivido la cadena, ya desde su lanzamiento el 1 de noviembre de 1996, sorprendió a la audiencia árabe al permitir que sus reportajes e invitados tuvieran un margen sin precedentes de libertad de expresión.

 

La estación de noticias por satélite ha abordado cuestiones que los gobiernos árabes más conservadores consideran tabú, lo cual ocasionó que rápidamente se convirtiera en el canal con mayor cantidad de partidarios y detractores provenientes de todas las naciones.

 

Al Jazeera es, hoy en día. la televisora por satélite de 24 horas, en idioma árabe más vista en todo el Medio Oriente y la mayor parte del mundo, con base en Doha, Qatar, la pequeña península árabe en el Golfo Pérsico.

 

La televisora, que el 15 de noviembre de 2006 inauguró su servicio en inglés, cuenta con alrededor de 2 mil 500 empleados y periodistas de más de 40 países. Las sedes de transmisión se encuentran en cuatro centros: Doha, Kuala Lumpur, Londres y Washington DC. La estación afirma que su servicio en inglés alcanza los 100 millones de hogares, mientras que en árabe tiene una audiencia de entre 40 y 50 millones de personas.

 

El origen de la cadena se remonta a 1995, cuando el príncipe de Qatar Hamad bin Jalifa derrocó a su padre e inmediatamente puso manos a la obra en su sueño por reformar los medios de comunicación del país con un sólo objetivo, transformar a Qatar en la versión suiza del Golfo Pérsico.

 

Mientras Bin Jalifa tenía en mente la transformación total del país árabe, la BBC había comenzado ya en 1994 una estación en Qatar, con dinero saudí. Los saudíes no tardaron en descubrir que la independencia periodística de la cadena inglesa no les satisfacía y cortaron los suministros económicos. Así fue como la empresa se disolvió, dejando a 250 periodistas de la BBC desempleados, el emir Bin Jalifa contrató a 120 de ellos, y Al Jazeera nació.

 

Aunque financiada por el gobierno de Qatar, a Al Jazeera se le dio una libertad editorial sin precedentes. La profesionalidad de su cobertura de noticias, además de discusiones en el estudio, que planteaban muchos temas que antes eran prohibidos, pronto ganó una gran audiencia en los países de habla árabe.

 

Fue de esta manera que la transmisión empezó a llegar a los 22 países integrantes de la Liga de los Estados árabes, llegando a verse desde Argelia, los suburbios de El Cairo, en las afueras de Damasco, e incluso en las tiendas de los beduinos del desierto con antenas parabólicas.

 

En 1998, se convirtió en el único canal de noticias que ofreciera cobertura en vivo de la Operación Zorro del Desierto de EU contra Irak, y más tarde se convirtió en fuente de noticias verosímiles en la cobertura de las guerras en Afganistán e Irak.

 

Con el paso de los años las oficinas de la estación fueron cerradas en varias capitales árabes como Damasco, Kuwait y Bahrein. En El Cairo, en 2011, y después del triunfo de la Primavera Árabe, la oficina de Al Jazeera fue saqueada por los manifestantes pro-gubernamentales por la controversia sobre su cobertura de las revueltas árabes.

 

Al Jazeera comenzó a atraer la atención de Occidente en 2001.

 

Fue la única televisora con permanente conexión por satélite a Kabul durante la guerra de Afganistán y su material exclusivo fue utilizado por muchos canales occidentales. También se hizo famosa por transmitir mensajes grabados en video de Al Qaeda, lo que irritó sobre manera a EU.

 

La cadena nunca evitó invitar a las voces disidentes, incluso si eso significaba poner en peligro las relaciones de Doha con los EU, Arabia Saudí y una larga lista de países.

 

En noviembre de 2001, después del 9/11, la televisora acusó a la OTAN de bombardear deliberadamente su oficina en Kabul, y un mes más tarde uno de sus camarógrafos, Sami al Hajj, fue detenido en Afganistán y trasladado a Guantánamo, supuestamente por sus vínculos con Osama bin Laden.

 

Bin Laden utilizó después de los ataques del 9/11 y la invasión de Afganistán, a Al Jazeera para transmitir mensajes a los EU y a los países musulmanes, lo cual ocasionó incomodidad y reacciones negativas de Washington.

 

La estación, en plena guerra de EU en Afganistán contra Al Qaeda, entrevistó a figuras claves consideradas terroristas en EU. De igual manera proporcionó cobertura del conflicto árabe-israelí y la guerra de Israel contra Gaza y el Líbano.

 

Otros conflictos que ha tenido la televisora han sido el impedimento a sus corresponsales de su pleno ejercicio laboral, como sucedió en 2004 cuando el gobierno de Argelia impidió el trabajo de su corresponsal durante un breve período ese año. Bahrein, por otra parte, prohibió al personal de la estación que operara desde allí entre 2002 y 2004.

 

Una baja considerable fue cuando el 1 de abril de 2003, las fuerzas estadunidenses bombardearon la oficina de Al Jazeera en Bagdad, matando al reportero Tareq Ayyoub. El ataque, según EU, fue un error, pero pudo haber sido deliberado, ya que Qatar había suministrado a ese país un mapa preciso de la ubicación de la oficina con el fin de evitar los ataques.

 

Hoy en día la televisora cuenta con un nuevo desafío, la competencia con la televisora Al Arabiya con sede en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, la cual comenzó a difundir su transmisión en el año 2003 con una línea editorial más equilibrada entre las visiones occidentales y árabes, lo que ha ocasionado que se le tache de pronorteamericana.