El candidato a la Presidencia de la República por el Partido Nueva Alianza, Gabriel Quadri, repitió una receta antigua pero eficaz, y cosechó resultados similares a quienes la usaron, falta por ver si sus resultados son duraderos, o como sus antecesores, el éxito es flor de pocos días.

 

En 2000, Gilberto Rincón Gallardo, candidato del Partido Democracia Social, se presentó al debate entre los seis candidatos presidenciales, en mayo, y en una de sus intervenciones dijo que la mercadotecnia electoral insistía en que sólo dos participantes tenían posibilidad de ganar, el priista Francisco Labastida y el panista Vicente Fox.

 

“El futuro sólo podrá construirse con un cambio donde se respete el lugar de todos, porque en México somos mucho más que dos”, soltó el viejo comunista.

 

En ese año no existían las redes sociales y la penetración de internet era reducida, pero en la opinión pública quedó grabada la imagen de un hombre con capacidad para expresarse, propuestas puntuales y una frescura que no mostraban sus contrincantes.

 

Rincón Gallardo, veterano militante de la oposición, que en el debate se ufanó de haber luchado 40 años contra el autoritarismo priista, ganó simpatías con su propuesta de hacer política en forma diferente, sin embargo, su popularidad fue momentánea y el 2 de julio el PDS no alcanzó el 2% que la ley exige para mantener el registro.

 

Seis años después, Patricia Mercado usó la frase “políticos tradicionales” y “partidos tradicionales”. Obtuvo buenas menciones de los medios, se le consideró la sorpresa pero eso tampoco le alcanzó para que su partido, el Socialdemócrata, mantuviera su registro.

 

La experiencia previa muestra que la burbuja de popularidad de los candidatos que sorprenden en el debate no perdura para siempre, sin embargo, los números de los sondeos pueden hacer que Quadri sea optimista ya que su popularidad creció lo suficiente como para lograr mantener el registro del Partido Nueva Alianza, en el que la familia de Elba Esther Gordillo, líder del sindicato magisterial, tiene gran peso, ya que su hija es secretaria general, su nieto candidato al Congreso y su yerno aspirante a la Cámara de Senadores.

 

La encuesta de Consulta Mitofsky difundida el viernes indica que las intenciones de voto por Gabriel Quadri aumentaron en forma dramática: hace dos semanas, el 24 de abril, registraba 0.5% de las preferencias, muy lejos del piso para mantener el registro. Actualmente está en 2%, justo lo que necesita Nueva Alianza.

 

Otra medición, la de GEA ISA, muestra un salto más espectacular: de 0.9 que alcanzaba el 5 de mayo, un día antes del debate, ahora lo sitúa en 4.6%, lo que, de mantenerse, sería un resultado glorioso para el partido de los maestros.

 

Hoy por hoy, los números sonríen al candidato de Nueva Alianza, quien ya tuvo sus primeros tropezones al descubrirse que el candidato cool viaja en carro blindado pero se sube a su combi antes de llegar a su destino para que crean que no es un político tradicional. Falta mes y medio para saber si su éxito en el debate es permanente o es otro ejemplo de fama efímera.