A tan sólo un día de celebrarse el día del Maestro, y con la presencia del secretario de Educación, José Ángel Córdova Villalobos, el cardenal Norberto Rivera, señaló en su homilía dominical que la educación no es trabajo de unos cuantos sino es tarea de todos si es que se quiere un país competitivo, en paz y con progreso.

 

En la Catedral Metropolitana, aseguró que lo maestros son “quizá”  el elemento más importante para la transformación verdadera de México, ya que sin educación “no puede haber crecimiento y se cierran muchas puertas”.

 

En pleno proceso de negociaciones por la revisión salarial y la aplicación de la Evaluación Universal entre el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y la Secretaría de Educación Pública (SEP), el arzobispo resaltó que es indispensable que todos los mexicanos apoyen los proyectos educativos que le traigan beneficios al país.

 

Acompañado de su esposa, el titular de la SEP escuchaba atento las oraciones que se hacían en la misa dominical “por quienes se dedican a la enseñanza en sus diversos niveles, para que teniendo como ejemplo a Jesús el maestro, el  magisterio en México, dé verdadero testimonio de trabajo, honestidad y entrega en beneficio de sus alumnos”.

 

En tanto Rivera Carrera, añadió que es relevante dejar el egoísmo, la maldad, la mentira, la corrupción a través del amor, pues sólo así el respeto a la vida desde el vientre y la crueldad de crímenes que indignan y conmuevan desaparezcan.

 

Agregó que en una sociedad como la nuestra en donde se ha “malbaratado” el amor y lo único que se siembra es discordia, insulto, descalificación, venganza, “un espiral que termina convirtiéndose en violencia y destrucción”, los mexicanos no pueden ser buenos cristianos si no pone en práctica el amor que no busca sacar provecho y que no se vende.

 

El cardenal dijo que la fe no es una idea, una doctrina o una pertenencia a un grupo, sino una obediencia que no busca hacer lo que complace sino lo que señala Cristo.