El presidente Felipe Calderón sostuvo que la “corrección fiscal” instrumentada por su gobierno, permitió aumentar los ingresos, y aunque implicó “costos políticos elevados para la administración”, libró al país de crisis como las que viven naciones europeas.

 

“Puedo asegurar que salvó a México de estar ahora en la línea de fuego de los países con problemas de credibilidad en los mercados, sin solvencia”, expresó el Ejecutivo federal al inaugurar el “XVI Business Future of the Americas Conference”.

 

El camino para los países que requieren desarrollo consiste en más reformas, comercio e inversión; “ese es, a mi juicio, el derrotero que deben seguir nuestras economías y es, desde luego, el derrotero que ha seguido México en esta administración”, expuso.

 

Ante empresarios estadunidenses, Calderón Hinojosa destacó los beneficios del comercio ante la crisis económica mundial, y aclaró que la competitividad y el crecimiento económicos “no se dan en economías cerradas, se dan en economías abiertas y cada vez más competitivas”.

 

Recordó que México, al igual que otras naciones de América Latina, sufrió varias crisis recurrentes en los años 70, 80 y 90 y “tuvimos cuatro crisis de balanza de pagos y de déficit fiscal en tres décadas, lo cual empobreció singularmente a una gran cantidad de mexicanos”.

 

Acompañado por el secretario de Economía, Bruno Ferrari, y por el embajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne, dijo que por ello, ahora el país se ha enfocado a conservar el orden en las variables macroeconómicas, sobre todo el déficit fiscal.

 

Indicó que el déficit público en México, incluyendo toda la inversión física de Petróleos Mexicanos (Pemex), es de 2.5 por ciento; aunque si se toma de manera estricta, porque la inversión de Pemex legal y contablemente está fuera del presupuesto, se ubica en 0.4 por ciento.

 

Si ese nivel se compara con el déficit público de los países que enfrentan problemas económicos en Europa como Irlanda, Grecia, España y Portugal, “observamos que el comportamiento del déficit (en México) es sustancialmente menor, incluso, que el promedio de la OCDE, que es seis por ciento”, añadió.

 

En el caso de México, el total de la deuda interna y externa es de 32 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), en tanto que en Grecia es de 160 por ciento; en Portugal de 100, y es el mismo caso, más o menos, de Italia e Irlanda, describió el Ejecutivo federal.

 

Calderón Hinojosa expuso que algunos puntos torales de la estrategia en México son apostar por la estabilidad macroeconómica, por la liberación comercial y una política de reducción de aranceles.

 

Además, se invirtió en infraestructura y educación y se orientó a México a ser un país de leyes, con un Estado de derecho, “sin lo cual no puede haber crecimiento ni inversión para ninguna nación”.