En México el nivel de estudios promedio de las personas de más de 15 años es de secundaria (8.6 grados), por lo que laboralmente la mayor parte de la población sólo puede emplearse en el sector de los servicios, el comercio o la maquila.

 

De acuerdo con el último reporte trimestral del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), de los 47 millones 100 mil personas que trabajan, 60% (29.3 millones) lo hace en el sector terciario, que incluye las actividades en el comercio, servicios de hotelería, restaurantes y transporte.

 

Durante el debate “Brechas y desigualdad en el empleo en México. El reto de generar trabajos decentes, equitativos e inclusivos”, Gabriel Martínez, representante de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS), indicó que el crecimiento de los trabajos en este sector no es único de nuestro país, ya que naciones desarrolladas como Estados Unidos también han registrado esta tendencia.

 

Por su parte, David Kaplan, especialista de la Unidad de Mercados Laborales y de Seguridad Social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), comentó que es necesario que los países tengan un sistema educativo eficiente para hacer más productivas a la personas, aunque no basta sólo con su formación académica, también deben recibir capacitación laboral.

 

El especialista del BID comentó que el problema del desempleo, que bajó de 5.2% en el primer trimestre de 2011 a 4.9% en el mismo periodo de 2012 según el INEGI, y la ocupación informal son síntomas de un problema global, ya que se debe atacar no sólo a nivel regional, sino también macroeconómico.

 

Hay que destacar que de enero a marzo de este año se registraron en el sector informal 13.7 millones de personas (casi la tercera parte de la población ocupada), lo que significa 763 mil personas más que en el mismo periodo de 2011.

 

Kaplan agregó que si no hay beneficios como la seguridad social, un mejor salario o un sistema de indemnizaciones eficiente, no como el actual que “genera costos enormes a las empresas pero da beneficios pequeños”, no habrá mayor competitividad en el sector laboral en México.

 

Asimismo, Graciela Bensusán, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco y de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) comentó que la situación laboral en México no ha avanzado debido a que la problemática y las legislaciones se han atacado de manera particular; no sólo se debe analizar la flexibilidad laboral, sino la protección en el trabajo y la inclusión social, advirtió.

 

La especialista recordó que en 20 años el salario mínimo perdió 80% de su valor adquisitivo y enfatizó que 66% de la población recibe un sueldo menor a tres salarios mínimos, lo que afecta a la economía del país debido a que esa persona consume limitadamente productos en el sector formal, además de que no paga impuestos.