BERLÍN. La situación del Gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel, se ha complicado tras la clara derrota de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), en las elecciones regionales de Renania del Norte-Westfalia (NRW), lo que la oposición ha interpretado como un voto de censura a su política europea.
Merkel insinuó un posible compromiso con la oposición en torno al pacto fiscal de la UE.
Mientras tanto, la oposición socialdemócrata y verde, aliada para gobernar en el estado alemán más poblado a orillas del Rin, interpretó el resultado de NRW como una señal de cara a las elecciones generales del año próximo.
“Angela Merkel y sus socios ya no tienen perspectivas de poder”, dijo el jefe del Partido Socialdemócrata (SPD), el principal de la oposición en Alemania, Sigmar Gabriel.
Gabriel recordó además que la actual coalición de gobierno formada por la CDU de Merkel y el Partido Liberal (FDP) no ha logrado ganar ninguna de las once elecciones regionales que se han celebrado desde que asumió el poder en 2009.
Merkel, por su parte, ha procurado pasar página a la derrota lo más rápidamente posible para volver a las tareas de gobierno.
Preguntada sobre las consecuencias de la derrota para la política europea, Merkel dijo que, en principio, no había relación entre los dos temas, pero agregó que se reunirá con los partidos de la oposición alemana para hablar sobre la ratificación del pacto fiscal y su complementación con un programa de crecimiento en la UE.
“Me reuniré con los partidos de oposición para ver qué expectativas existen. Contra medidas que fomenten el crecimiento nadie tiene nada en contra en la CDU, pero debemos analizar cómo afectan la política de consolidación”, señaló Merkel en una rueda de prensa.
La ratificación del pacto fiscal implica una reforma de la Constitución alemana, para lo que se necesita una mayoría de dos tercios tanto en la Cámara baja del Parlamento (Bundestag) como en la Cámara alta, donde están representados los gobiernos de los 16 estados federados.
Por ello, Merkel necesita llegar a un acuerdo con el SPD y Los Verdes, que son partidarios, al igual que el presidente francés, Francois Hollande, de complementar el pacto fiscal con medidas que fomenten el crecimiento y la creación de empleo.
Merkel insistió hoy, al abrir las puertas a un posible compromiso con la oposición -justo un día antes de la primera visita de Hollande a Berlín-, en su convicción de que entre el crecimiento y una política fiscal sólida no hay contradicción e insistió en que la crisis griega, en particular, y la crisis del euro, en general, no vienen de un exceso de ahorro sino de la falta de austeridad.
“La crisis griega no viene de un exceso de ahorro, sino de déficit excesivos”, dijo Merkel.
La canciller indicó que ese había sido el comienzo de la espiral que había llevado a un alza de los intereses para los títulos de deuda griega, lo que había hecho necesario un programa de ajuste para Grecia.
No obstante, Merkel agregó que “también es verdad que cuanto más crecimiento haya, más posibilidades hay de reducir la deuda”, por lo que hay que buscar fórmulas para buscar un crecimiento sostenido.
Durante la campaña electoral de Renania del Norte-Westfalia, el tema de la deuda ocupó un papel importante, y el candidato derrotado de la CDU, Norbert Röttgen, llegó a decir que en parte se trataba de un plebiscito sobre el curso europeo de Merkel