Cuando el gobierno federal reconoció que la escalada de violencia en el país era el resultado del enfrentamiento de los dos principales carteles del narcotráfico, señaló a dos personas como líderes del grupo delictivo de Los Zetas como responsables: Heriberto Lazcano, El Lazca, y Miguel Treviño Morales, El Z-40, su sanguinario brazo derecho.
En realidad, según las investigaciones de la Procuraduría General de la República (PGR), El Lazca es el líder máximo de dicha organización delictiva; sin embargo, Treviño es el que se encarga de gran parte de las operaciones del grupo y tiene bajo sumando la vital plaza de Nuevo Laredo.
El Z-40, al igual que otros cabecillas del grupo, fue durante su juventud un integrante del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE) del Ejército mexicano, donde recibió un sofisticado entrenamiento que incluyó el manejo de armas de alto poder, comunicaciones, emboscadas, acciones de inteligencia y operaciones de contrainsurgencia.
En 1999, a sus 27 años de edad, desertó junto con El Lazca de las filas castrenses, para integrar el brazo armado del Cártel del Golfo, denominado Los Zetas.
Luego de casi una década de relación, este subgrupo se independizó del referido cártel y rápidamente ocuparon un sitio preponderante, logrando apoderarse de las principales rutas de trasiego de droga en los estados colindantes del Golfo de México. Pactaron además una nueva alianza, pero con los Beltrán Leyva.
Treviño Morales ascendió rápidamente a la cúpula del grupo, y debido a su cercana relación con Lazcano, se convirtió en el segundo hombre de importancia en la estructura y jefe de la plaza de Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Además, en muchas ocasiones ha fungido como representante del grupo, ya sea en negociaciones con otros narcotraficantes o con las autoridades. Se dice que tiene una batería de por lo menos 20 hombres fuertemente armados, a cargo exclusivamente de su seguridad, y que generalmente se desplaza por aire.
En una declaración ministerial, el narcotraficante Sergio Villarreal Barragán, El Grande, detalla una supuesta reunión que se llevó a cabo en la zona sur de, y en la que El Z-40 se encontró con el extinto general retirado Arturo Acosta Chaparro, para negociar protección militar a favor de Lazcano.
“La reunión a la que convocó don Arturo Beltrán Leyva en aquel lugar era para recibir a Los Zetas y presentarles al general Acosta Chaparro; Los Zetas llegaron al lugar a bordo de una avioneta y aterrizaron en una pista clandestina ubicada en Cuautla, Morelos, de donde los recogimos en helicóptero; del interior de la avioneta descendieron Miguel Treviño, El Z-40 y su hermano Omar Treviño El Z-42,”, aseguró Villarreal.
La PGR, a través de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) tiene abiertas dos averiguaciones previas en contra de Treviño, la PGR/SIEDO/UEIDCS/085/2003 y la PGR/SIEDO/UEIDCS/219/2005. Por el delincuente ofrece una recompensa de 30 millones de pesos.
En el expediente iniciado en Estados Unidos en contra de El Z-40,se identifican por lo menos ocho domicilios de Treviño Morales e Nuevo Laredo, así como cuatro claves de identificación para radios móviles, un número de teléfono celular, su número del Registro Federal de Causantes, sus nexos familiares y diversas fotografías.
Se subraya que la madre del narcotraficante, María Arcelia Treviño Morales, de 73 años de edad, es propietaria de una camioneta marca Lincoln tipo Navigator, placas XCBB2469 de Tamaulipas.
Se identifican, además, otros 24 familiares del cabecilla de Los Zetas, entre ellos seis hermanos, de los cuales dos ya fueron asesinados. Entre los que siguen con vida se encuentra El Z-42, por el que también se ofrecen 30 millones de pesos de recompensa.
También se incluyen dos actas de nacimiento, una original y la otra una copia certificada digital, que dan cuenta de que nació el 28 de junio de 1973 en Nuevo Laredo, Tamaulipas.