A pesar de que desde hace dos años se han registrado secuestros y ejecuciones masivas de migrantes centroamericanos que intentan llegar de manera ilegal a la frontera norte, el último año aumentó el flujo migratorio de guatemaltecos por el país.
Estadísticas actualizadas al 10 de mayo del Instituto Nacional de Migración (INM) revelan que en 2010 los guatemaltecos que ingresaron al país de manera ilegal fueron 29 mil 154, mientras que en 2011 el número de ellos ascendió a 33 mil 006.
De hecho, del flujo migratorio de los países de Centroamérica, Guatemala fue el único país que aumentó su migración a México el año pasado.
En agosto de 2010 se registró el secuestro y la ejecución de 72 migrantes centroamericanos en el municipio de San Fernando, Tamaulipas, presuntamente por el grupo delictivo de Los Zetas. Algunas de las víctimas eran guatemaltecas.
En abril de 2011, autoridades federales hallaron 193 cadáveres en 47 fosas clandestinas ubicadas en el mismo municipio tamaulipeco. De acuerdo con las investigaciones, la mayoría de ellos eran de origen centroamericano, pero Los Zetas los asesinaron por asegurar que pertenecían al Cártel del Golfo o porque rechazaron enrolarse en sus filas, como sicarios.
En junio del año pasado, el sacerdote y director del albergue Hermanos en el Camino, Alejandro Solalinde, denunció el secuestro de entre 80 y 100 migrantes, en su mayoría hondureños, pero también guatemaltecos, salvadoreños y nicaragüenses.
Los datos del INM indican que el año pasado disminuyó el flujo migratorio global de indocumentados en el país, pues pasó de 70 mil 102 migrantes en 2010 a 66 mil 764 en 2011.
Menores de edad
La estadística del INM advierte también que el año pasado ingresaron al país 4 mil 005 menores de edad, de los cuales 2 mil 717 no estaban acompañados por familiares, sino que fueron entregados a “polleros” para cruzarlos a Estados Unidos.
De igual forma, el mayor número de menores indocumentados sin acompañante proviene de Guatemala, con mil 838, seguido de mil 265 de Honduras y 760 de El Salvador. Otros 23 menores de edad provienen de Nicaragua.
Del total de menores que ingresaron al país de manera ilegal, y asegurados por autoridades migratorias, 3 mil 399 tenían entre 12 y 17 años de edad y 606 de entre 0 y 11 años de edad.
Apenas el 15 de diciembre pasado, el comisionado del Ejército de Salvación en el país, David Bringas, alertó que niños en condición de calle, entre ellos migrantes varados en su tránsito por el país, son utilizados por el crimen organizado para emplearlos como delincuentes.
“Los niños de la calle y los menores migrantes que quedan varados en su camino están siendo presa fácil de la delincuencia organizada, quienes les ofrecen una vida muy atractiva, sobre todo a las niñas, mostrándoles dinero, una manera diferente de vivir o sumergiéndolos en las drogas”, advirtió.
En tanto, hace cinco días, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) manifestó su preocupación por el reclutamiento de niñas y niños por parte de grupos de delincuencia organizada, motivo por el cual urge al Estado mexicano a implementar políticas públicas para su protección.
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