La guía para el voto de los mexicanos en el extranjero, documento publicado por el Instituto Federal Electoral para brindar información a los paisanos que sufragarán desde el exterior reproduce la afirmación de Andrés Manuel López Obrador en el sentido de que en loas comicios de 2006 hubo “fraude electoral”.
En la semblanza de López Obrador incluida en el cuadernillo enviado a quienes se registraron para votar (página 13) se lee: “tras el fraude electoral del 2 de julio, impugna la elección ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, al tiempo que inicia un movimiento nacional de resistencia civil y pacífica”.
En la siguiente página se presenta la plataforma del candidato de la izquierda, así como la explicación del estado del país que ha expuesto tanto en el debate entre candidatos como en mítines o entrevistas con los medios de comunicación.
Ahí señala que en el país se impuso una política económica que sólo ha beneficiado a una minoría mientras las mayorías sufren los estragos de la pobreza. También hace un diagnóstico singular de los saldos de la lucha contra el crimen organizado emprendida por el gobierno de Felipe Calderón.
“En los últimos cinco años de la llamada guerra contra el narcotráfico han perdido la vida alrededor de 60 mil mexicanos. En la mayoría de los casos se trata de víctimas inocentes, en su mayoría, jóvenes que no tuvieron oportunidades de trabajo ni de estudio”.
Los cuatro candidatos presentan sus trayectorias profesionales y personales en una página; las plataformas políticas ocupan poco más de dos páginas, con excepción de la dedicada a Gabriel Quadri, abanderado de Nueva Alianza, quien usa tres para enumerar 37 propuestas de política pública que pondría en marcha en caso de ganar la elección.
El documento, de 24 páginas, tiene como objetivo proporcionar información a los potenciales votantes, y establece que el IFE no es responsable de los contenidos proporcionados por los candidatos y la información es responsabilidad de los partidos políticos que los postularon con las limitantes que establece el artículo 41 constitucional.
En apartado C de ese precepto, sin embargo, se establece que “en la propaganda política o electoral que difundan los partidos deberán abstenerse de expresiones que denigren a las instituciones y a los propios partidos, o que calumnien a las personas”.