Los padres de Florence Cassez, la ciudadana francesa condenada a 60 años de prisión en México por secuestro, pedirán al presidente galo, François Hollande, que ejerza presión sobre el Gobierno mexicano para lograr su excarcelación.
En una rueda de prensa en la capital mexicana, Charlotte y Bernard Cassez solicitarán la próximo semana al socialista Hollande que “siga presionando a las autoridades mexicanas”, como lo hizo su antecesor Nicolas Sarkozy, a fin de que su hija obtenga la libertad.
Durante su Administración, Sarkozy presionó al Gobierno mexicano para que trasladara a Florence y cumpliera su pena en territorio francés, en el marco del Convenio sobre Traslado de Personas Condenadas adoptado en Estrasburgo (Francia), que es de carácter voluntario.
Dicha presión derivó en un conflicto diplomático entre ambas naciones. México suspendió su participación en las celebraciones del Año de México en Francia, después de que Sarkozy dedicara esa celebración cultural a Cassez y estipulara que en cada acto se mencionaría el asunto de la condenada.
Durante la presentación de la segunda edición del libro “A la sombra de mi vida”, donde Florence narra su versión del caso, el matrimonio Cassez recordó que antes de las elecciones el Partido Socialista les había manifestado su respaldo en el caso de su hija. “Hay bases para otorgar la libertad de mi hija”, apuntó hoy Bernard Cassez, quien insistió en que las autoridades mexicanas cometieron “una serie de irregularidades en el proceso judicial” en el caso de la joven.
Entre ellas, mencionó el montaje realizado para la televisión mexicana un día después de su arresto, como si estuviera siendo detenida en ese momento.
Cassez fue detenida el 8 de diciembre de 2005 por policías mexicanos junto con su novio y supuesto líder de la banda de secuestradores Los Zodíaco, Israel Vallarta, en el central estado de Morelos, y sentenciada a 60 años de cárcel por secuestro y otros delitos.
En marzo pasado la Suprema Corte de Justicia mexicana rechazó anular la sentencia, pero estableció que hubo violaciones graves en el proceso judicial, por lo que el caso volverá a ser examinado en el alto tribunal.
Florence, quien cumple su condena en una prisión ubicada en el sur de la capital mexicana, está “muy estresada, indignada y desesperada”, dijo su madre, quien responsabilizó al Gobierno mexicano de la salud de su hija.
El matrimonio Cassez dijo que existe una red de solidaridad internacional para pedir la liberación “inmediata” de su hija, mientras que abogado de la francesa, Agustín Acosta, resaltó la importancia de obtener el respaldo del nuevo Gobierno galo.