La organización Al-Qaeda se responsabilizó del atentado suicida ocurrido hoy en el centro de Sanaá, capital de Yemen, que ha cobrado por ahora la vida de casi 100 personas y dejó más de 300 heridos, muchos de ellos de gravedad.

 

 

En un comunicado enviado a medios internacionales en Yemen, el grupo terrorista aseguró que el atentado, registrado en la Plaza al-Sabeen durante el ensayo del desfiles militar para la conmemoración del Día Nacional, fue de su autoría.

 

 

De acuerdo con la declaración de Al Qaeda, el ataque se hizo en respuesta a la operación militar a gran escala que en días pasados lanzó el Ejército de Yemen contra sus partidarios en el sur del país, según un reporte de la televisión Al Yazira.

 

 

Al menos 96 personas murieron y más de 300 resultaron heridas esta mañana en el centro de Sanaá, cuando un hombre vestido con un uniforme militar y con una carga explosiva se inmoló frente a un batallón que realizaba ensayos para el desfile.

 

 

De acuerdo con la versión de testigos, el atacante se infiltró en medio de un grupo de militares que se preparaban para el desfile de mañana para conmemorar el 22 aniversario de la unificación de Yemen, acto que encabezaría el presidente Abdo Rabu Mansur Hadi.

 

 

Al Qaeda aseguró que reclutó a un soldado para llevar a cabo el atentado y reiteró que se llevó a cabo en represalia por los “crímenes” cometidos por el Ejército contra muchos de sus combatientes.

 

 

El pasado 12 de mayo, el Ejército de Yemen inició una campaña contra bastiones de Al Qeada en la meridional ciudad de Zinjibar, desatándose combates que cobraron al menos 63 muertos, entre milicianos y soldados, durante esa sola jornada.

 

 

Milicianos islamistas han aprovechado la agitación política que se vive en Yemen desde hace un año para afianzar su poder, especialmente en el sur del país, donde controlan sectores de territorio y realizan ofensivas frecuentes contra el cuerpo castrense.

 

 

El atentado de este lunes, que podría dejar más víctimas fatales, dada la gravedad de muchos de los heridos, se suma a otras actos de venganza que la organización extremista ha lanzado en los últimos días por la ofensiva militar.

 

 

La semana pasada, Al Qaeda mató a 20 soldados en dos ataques separados, en represalia por la muerte de Fahd Al-Quso, uno de sus líderes más prominentes, abatido en un bombardeo por un avión no tripulado del ejército estadunidense.