En el país se incrementó el número de mujeres que participan con el crimen organizado en rubros como el narcomenudeo, la transportación de estupefacientes y en algunos casos son reclutadas como sicarias, afirmó la diputada perredista Teresa Incháustegui Romero.
En entrevista, la secretaria de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara baja indicó que en el pasado el porcentaje de mujeres que purgaban penas en el país era de dos a cuatro por ciento, y actualmente aumentó.
En menor medida, también hubo un alza en la participación de mujeres jóvenes que efectúan el “halconeo” o vigilancia, e incluso algunas llegan a ser reclutadas como sicarias, aseveró la legisladora del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Si bien la mayoría de ellas se dedican a transportar droga o dinero, “hay otro grupo que son las mujeres que vienen de abolengo, quienes se relacionan con narcotraficantes y son las llamadas reinas del narco”, comentó Incháustegui Romero.
Esas féminas agregó, “están a cargo de sobornos y abren las rutas para el flujo y ‘lavado’ o para el transporte de dinero, cuando se trata de adquisición de droga, pero esas son las menos en número y en proporción”.
Afirmó que “la mayoría de las mujeres tiene que recurrir a estas actividades delictivas por la falta de apoyo y de ingresos, porque la mayoría de los programas son focalizados; es decir, le dan a un pobre y a otro no, por lo tanto no son universales”.
Por ello, la perredista destacó la necesidad de hacer un registro nacional de análisis del delito, a fin de tener estudios sobre cómo se comporta la delincuencia.
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