PEKÍN. El grupo chino Wanda anunció ayer la firma del acuerdo de fusión y adquisición de la estadunidense AMC Entertainment, la segunda cadena de cines en el mundo, con lo que lleva adelante su estrategia de internacionalización.

 

Con esta operación surgió el operador de cines más gran del mundo, ya que el grupo chino era el número uno de Asia y AMC el segundo a nivel mundial.

 

El acuerdo, fruto de dos años de negociaciones, involucra dos mil 600 millones de dólares, valor de todas las acciones y deudas de la cadena creada en 1920 con la compra del Regent Theatre en la ciudad estadunidense de Kansas.

 

Además, el grupo chino que incursiona también en los rubros inmobiliario, de hoteles de lujo, inversión turística, y tiendas departamentales así como industria cultural, comprometió otros 500 millones de dólares para la operación de los cines.

 

En un comunicado Wanda confirmó informaciones publicadas en la prensa estadunidense hace una semana, en una operación aprobada por las autoridades chinas el pasado marzo y que también necesitó la correspondiente a las estadunidenses.

 

AMC Entertainment tenía 20 mil empleados en 2011, año en el cual registró una asistencia de 200 millones de personas a sus 346 multicinemas que incluyen pantallas IMAX y 3-D

 

Los Angeles Times comentó que se trata de la inversión china más grande hasta ahora en la industria estadunidense del entretenimiento, en una operación vista también como un trofeo para Wanda.

 

“La adquisión ayudará a situar a Wanda como un auténtico propietario global del cine con tecnología y salas que animen a las audiencias de los dos mercados cinematográficos más grandes del mundo a ir a ver películas”, aseguró el presidente de Wanda, Wang Jianlin, en un comunicado.

El acuerdo se enmarca en los esfuerzos de China por desarrollar su propia industria del entretenimiento con la vista puesta en tener en torno a 40 mil cines funcionando en ese país para el año 2040 frente a los seis mil 300 actuales.

En Estados Unidos existen en estos momentos algo más de 39 mil 500 pantallas de cine.

Así mismo, China está invirtiendo en la producción propia con el objetivo de convertirse en rival de Hollywood a largo plazo en términos de influencia cultural en todo el mundo, un objetivo que camina parejo a su crecimiento económico y su consolidación como potencia militar.