En la segunda encuesta presidencial de María de las Heras, Demotecnia y UNOTV, el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, confirmó la tendencia que lo ubica en segundo lugar de la contienda, detrás del abanderado de PRI- Partido Verde, Enrique Peña Nieto. Lo sobresaliente del nuevo estudio es que la diferencia en votos entre el puntero y su adversario es de cuatro millones.
La encuesta mantiene a Peña Nieto con un cómodo primer lugar, con 39% de las preferencias del electorado, que supera por ocho puntos a López Obrador y rebasa por 13 a la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, quien por primera vez en los estudios demoscópicos se coloca en un tercer lugar y fuera del empate técnico. Gabriel Quadri, el candidato de Nueva Alianza, continúa en ascenso, ubicándose con 4% de preferencia de voto.
López Obrador alcanza el nivel de votos que consiguió en la pasada contienda electoral, en 2006. En ese año se contabilizaron en su favor 14 millones 756 mil 350 votos, entonces equivalentes a 35.31% de los sufragios.
El PAN, con Felipe Calderón, ganó esa elección con 15 millones 284 votos, equivalentes a 35.89% de la votación.
En tercer lugar quedó el PRI, con Roberto Madrazo, también en coalición con el Partido Verde. Ambos sumaron nueve millones 301 mil 441 votos, equivalentes a 22.26% de los sufragios. Roberto Campa, candidato de Nueva Alianza, no consiguió ni 1%. Sumó 401 mil 804 votos, equivalentes a 0.96% del total.
Las encuestas no pronostican resultados, sino que son fotografías del instante en el que se encuentran las campañas. Este estudio fue elaborado después del primer debate presidencial, que provocó un ajuste en las estrategias de campaña, y coincidió su levantamiento con el evento en la Universidad Iberoamericana donde Peña Nieto fue repudiado.
El estudio revela también las estrategias que han seguido los candidatos durante la campaña. Peña Nieto supera a sus adversarios en todos los rubros, salvo en uno, que es la comunicación directa con miembros de su campaña, donde López Obrador rebasa con 10 millones 100 mil de votantes probables a Peña Nieto, que tiene ocho millones 200 mil votantes con quienes han tenido contacto directo. Este rubro se refiere a lo que le llaman los estrategas la “campaña de tierra”, que es el trabajo directo con el elector.
En la última encuesta de Demotecnia, Peña Nieto duplica cuando menos a todos sus adversarios en llamadas teléfonicas y casi dobla a todos -menos a Vázquez Mota- en obsequios y colocación de módulos para promocionar a los candidatos. Estas campañas personalizadas reflejan también los recursos disponibles para cada candidato, donde se aprecia una correlación directa con las prerrogativas federales, en las que Peña Nieto tiene la mayor asignación de dinero, seguido de Vázquez Mota.
La encuesta revela también el impacto de las campañas negativas en contra de Peña Nieto, iniciadas por el PAN y seguidas por la izquierda, con spots y mensajes de los candidatos de que no cumple los compromisos. Al preguntar a los electores en quién confían más que cumplirá lo que ofrece, López Obrador se colocó por encima del priista y la panista, mientras que en lo que toca a la desconfianza de que incumplirá, también es quien menos negativos suma.
En materia de capacidades de los candidatos se observan contradicciones. Por ejemplo, Vázquez Mota sale evaluada en tercer lugar en cuanto a mejoría en los programas de salud, cuando precisamente en ese capítulo, el gobierno de Felipe Calderón ha obtenido sus mejores apoyos nacionales, al igual que en la solución de los problemas de seguridad, que es otro de los temas en donde el Presidente tiene buenas calificaciones a nivel nacional.
Peña Nieto y López Obrador, a quienes se les ha tratado de crear negativos mediante la vinculación de sus carreras con políticos manchados en la opinión pública, fueron los mejor evaluados en el combate a la corrupción, así como también superaron ampliamente a Vázquez Mota en la percepción sobre la capacidad para resolver la pobreza -pese a que la candidata fue secretaria de Desarrollo Social- y el empleo, que fue el tema de campaña de Calderón y una de las principales deficiencias del sexenio.
En cuanto a experiencia para gobernador, no sorprendió que López Obrador saliera a la cabeza de las preferencias de los encuestados, aunque cuando se pregunta sobre quién está más capacitado para hacerlo bien, el ex gobernador del Estado de México supera por siete puntos al ex jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Los tres empatan en cuando a la percepción sobre honestidad, pero Peña Nieto es visto como más responsable y proyecta mayor confianza y carácter, lo que lo proyecta como el candidato que ven más sólido los electores.
En las pasadas elecciones federales, en 2009, el PRI alcanzó 36.75% de los votos, el PAN 28.01% y el PRD 12.2%. Ahí no sostuvieron alianzas y el Verde logró recopilar 6.52% de la votación y Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano) 2.38%. El Panal alcanzó 3.42%.
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