El Gobierno Federal declaró Reserva Minera Nacional una región de 45 mil hectáreas en la zona sagrada de Wirikuta y estudia convertirla en un Área Natural Protegida (ANP), informó el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré.

 

Con base en el llamado Pacto Hauxa Manaka, firmado el 28 de abril de 2008, el gobierno federal realizó un trabajo técnico para determinar el tamaño específico de esta área y su ubicación, que abarca ocho municipios, 16 ejidos y dos propiedades privadas, básicamente en San Luis Potosí y una pequeña parte en Zacatecas.

 

Una vez definida la zona, se determinó cómo protegerla en consenso con los pueblos indígenas que la consideran sagrada, detalló Poiré Romero al encabezar la ceremonia.

 

Luego de escuchar a los indígenas en torno a su preocupación por la existencia de 72 concesiones mineras en el área, 35 de ellas propiedad de la empresa canadiense First Majestic Silver, se determinó decretarla Reserva Minera Nacional.

 

Con ello se garantiza que no sólo la región de las concesiones actuales, sino todos los terrenos libres en la zona Wirikuta quedarán vetados para cualquier explotación minera.

 

Esta decisión forma parte del esfuerzo del gobierno federal por escuchar y respetar los derechos de los pueblos indígenas mexicanos, que con 15.7 millones de habitantes en 68 etnias constituyen la población indígena más importante de América Latina.

 

Durante la misma ceremonia, el secretario de la Reforma Agraria, Abelardo Escobar Prieto, informó que luego de escuchar a los indígenas y conversar con las autoridades, la minera canadiense decidió entregar en donación al gobierno federal 760 hectáreas que formaban parte de las 35 concesiones ubicadas en la zona sagrada.

 

En representación de la empresa First Majestic Silver, Juan Carlos González entregó los documentos correspondientes al titular de la Secretaría de Gobernación.

 

En su discurso el secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan Rafael Elvira Quesada, informó a su vez que el gobierno federal hace los trabajos técnicos correspondientes para evaluar si convierte a la zona sagrada de Wirikuta en Área Natural Protegida federal.

 

Recordó que la zona ya es actualmente considerada como tal pero sólo de carácter estatal, por lo tanto al elevarla a federal se lograría que cuente con recursos de la federación para conservación y desarrollo sustentable.

 

El funcionario expuso que pese a que todavía no es ANP federal, la federación realiza una serie de trabajos para la protección de especies como el águila real, que ha logrado incrementar sustancialmente su población en los últimos años.

 

Actualmente no existe concesión minera alguna que sea explotada en la zona y tampoco se han solicitado por las empresas los estudios de impacto ambiental necesarios para ello.

 

En representación de los indígenas habló Eleuterio de la Cruz Ramírez, presidente de la Unión Wixárika de Centros Ceremoniales de Jalisco, Durango y Nayarit, quien en su lengua materna explicó el proceso seguido para llegar a este acuerdo.

 

Comentó que el gobierno federal escuchó a los indígenas, aunque advirtió que los acuerdos hoy anunciados serán analizados por los pueblos originales en sus asambleas comunales.