Antes de ser entregado a Estados Unidos la noche del martes, el narcotraficante Sergio Villarreal Barragán, alias El Grande, ratificó ante el Ministerio Público los señalamientos en los cuales implica a los tres generales y el teniente coronel arraigados, en una red de complicidades con el cártel de los Beltrán Leyva.

 

Autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR) confirmaron que el antiguo lugarteniente del grupo delictivo, rindió ante la Unidad Especializada de Investigación en Delitos Contra la Salud de la SIEDO, una ampliación de su declaración asentada en la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/113/2010.

 

Dicho testimonio se tomó durante un periodo de tres días que inició el pasado fin de semana, luego de que Villarreal fue trasladado a la Ciudad de México, tras haber permanecido cerca de un año y medio en el penal federal de Puente Grande, en Jalisco.

 

Esta declaración se suma a la que rindió Villarreal ante el Ministerio Público el 26 de noviembre del 2010, y en la que entre otras cosas, señalo la colaboración de algunos mandos del Ejército mexicano con el grupo delictivo que lideraban los hermanos Arturo y Héctor Beltrán Leyva, a cambio de cuantiosas sumas económicas.

 

En la PGR indicaron que en este segundo testimonio, cuyos detalles no han sido revelados, el narcotraficante confirma todo lo dicho con anterioridad respecto al vínculo militar con los capos, señalamientos que coinciden con los de otros informantes que también están en el expediente.

 

Pero además, en esta ocasión, y a petición expresa del Ministerio Público, El Grande respondió a los nexos específicos de cada uno de los militares que se encuentran involucrados en la actual averiguación previa. Sus aseveraciones serán cotejadas por los investigadores, para reforzar las pesquisas.

 

Por este caso, permanecen actualmente arraigados los generales de División diplomados de Estado Mayor (DEM) retirados, Tomás Ángeles Dauahare y Ricardo Escorcia Vargas, el general brigadier DEM Roberto Dawe González, y el teniente coronel Silvio Isidro de Jesús Hernández Soto.

 

Un quinto involucrado en estos hechos es el general Arturo Acosta Chaparro, a quien se le preparaba también una orden de presentación que ya no se pudo materializar, pues fue asesinado el 20 de abril en calles de la delegación Miguel Hidalgo, en el DF.

 

El contacto zeta

 

La SIEDO busca aprovechar este periodo de la medida cautelar otorgada por 40 días en contra de los militares, para sustentar con evidencia suficiente la colaboración que hubo de los mandos castrenses con el cártel de los Beltrán Leyva en la segunda parte de la década pasada, pero también para verificar los alcances que pudieron tener hacia otros grupos delictivos.

 

Específicamente, la PGR investiga ahora si estos nexos se extendieron o continuaron con Los Zetas, quienes en su momento sostuvieron una alianza con los hermanos Beltrán, y de los que se tiene la sospecha de que lograron cooptar también a mandos militares para garantizar la protección de sus líderes.

 

Las sospechas en este sentido surgieron a partir de la declaración ministerial que rindió en noviembre del 2010 Villarreal Barragán, quien describió un encuentro que supuestamente sostuvo en el 2007 el general Acosta Chaparro con integrantes de Los Zetas, encabezados por Miguel Treviño Morales, alias El Z-40.

 

En dicha reunión, que habría sido arreglada por Arturo Beltrán, el general se comprometió darle protección a Los Zetas y en particular a su cúpula de dirigentes, luego de que los operativos del Ejército estaban poniendo en riesgo sus operaciones.

 

Y ahora, tras La Barbie

 

Autoridades de la PGR informaron que en los próximos días el Ministerio Público Federal recabará una declaración ministerial al narcotraficante detenido y procesado Édgar Valdez Villarreal, alias La Barbie, en el marco de la investigación relacionada con la protección que supuestamente brindaron generales del Ejército mexicano al cartel de los Beltrán Leyva.

 

Según los señalamientos de los testigos colaboradores que obran en el expediente, La Barbie era el principal encargado de operar esta red de alianzas con mandos militares de alto y medio nivel, así como de pagar la protección e información que les filtraban los elementos castrenses.

 

Las declaraciones que rinda el narcotraficante serán incluidas en el expediente de la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/113/2010 radicada en la SIEDO por estos hechos. No se precisó el sitio en el que se llevará acabo la diligencia ministerial.

 

Fuentes de la procuraduría recordaron además que se encuentra en trámite una solicitud de extradición del gobierno de los Estados Unidos en contra de Valdez Villarreal, quien enfrenta cargos ante una Corte Federal de Texas pro lavado de dinero, delitos contra la salud y asociación delictuosa.