LONDRES La directora-gerente del Fondo Monetario Internacional Christine Lagarde tiene más conmiseración por los empobrecidos niños africanos que por los griegos que soportan los problemas económicos en el país y las medidas de austeridad que intentan remediarlos.

 

Tras recalcar que el FMI no cederá un ápice en su insistencia de que los griegos adopten plenamente las medidas de austeridad, Lagarde dijo estar al tanto de que muchos griegos tienen problemas para disfrutar de los servicios públicos como los cuidados médicos debido a la crisis económica, pero insistió que los ciudadanos de otros países merecen mayor conmiseración.

 

“Pienso más en los niños que asisten a una escuelita en Níger y que reciben sólo dos horas de clases al día, sentados tres en cada silla, y que ansían recibir una educación”, señaló en una entrevista con el diario británico Guardian publicada el sábado. “Los tengo siempre presentes en mi mente. Porque creo que necesitan incluso más ayuda que la gente de Atenas”.

 

Lagarde resaltó la cultura griega de evasión fiscal como una de las principales razones de la crisis que encara el país, e indicó que “por lo que concierne a Atenas, creo debería preocuparse por todas esas personas que piensan únicamente en cómo evadir las cargas fiscales”.

 

Los griegos “deberían ayudarse colectivamente” pagando sus impuestos, agregó. Legarde.

 

La economía griega es sostenida con los fondos aportados por la Unión Europea y el FMI, junto con medidas de austeridad en el gasto público y mayores impuestos, para indignación del electorado. Los socialistas, que aceptaron dos planes de rescate, perdieron en los comicios de mayo.

 

Los nuevos partidos, cuyo tema central en la campaña es su oposición a las medidas de austeridad — no han podido formar gobierno por lo que habrá nuevamente elecciones el 17 de junio. Uno de los partidos más populares, el izquierdista Syriza, desea derogar los acuerdos de los rescates internacionales que acordó el país a cambio de ayuda financiera que evitara su quiebra, desatando temores de que Grecia abandone la eurozona y altere los mercados mundiales.